Los retos que enfrenta una persona atípica en un mundo típico

Historias de vida con otro punto de vista

Esta condición afecta a la vida de cada individuo de una forma distinta. (Shutterstock)

Un punto de vista diferente

Conocer a una persona con el Síndrome de Asperger, o neuro-atípico, no es lo mismo que conocer a todas las personas con dicho diagnóstico, porque esta condición afecta a la vida de cada individuo de una forma distinta sin importar la edad o género de la persona.

“A lo que me dedico actualmente es a estudiar el inglés como segundo idioma y a formar parte del programa de desarrollo integral de la fundación Yo También Puedo. Por otro lado, me gradué de bachiller el año pasado y mis planes son estudiar la carrera de Comunicación Social. De mis intereses también me encanta escuchar música e ir al cine”, comparte Sergio Miguel Acosta Rodríguez, un estudiante de 18 años.

“Soy estudiante universitario, estudio Literatura y Letras, y la razón por la que la estudio -aparte de porque me gusta- es que siempre quise ser escritor, siempre me gustaron mucho las historias, los libros y la literatura”, comenta Rafael López de 19 años.

“Me dedico a las artes y a la gastronomía”, explica la chef Lillian Fuji. “Me gusta crear, reinventarme y aprender cosas nuevas constantemente. Me encanta materializar ideas chulas y verlas hechas realidad. Nada me trae más felicidad que hacer feliz a otro a través de una idea o creación. Estudié Arquitectura, Artes Plásticas, Música y Gastronomía y actualmente me dedico a la gastronomía. También me fascinan los números”.

“Estudié derecho”, comparte P., un abogado de 47 años, que desea permanecer en el anonimato. “Con el tiempo me he dedicado más a la consultoría privada. Prefiero esta última actividad porque me permite investigar, razonar y emitir opiniones, lo que me gusta dado que se me da bien escribir”.

Los retos de llevar una rutina diaria

Entre los síntomas asociados con el Síndrome de Asperger están la dificultad para establecer conexiones, desarrollar habilidades sociales o expresar ciertas emociones, por lo que las actividades diarias de cualquiera persona con esta condición pueden venir con sus propios retos y desafíos que tiene que aprender a sobrellevar y esto implica que cada persona debe desarrollar sus propias estrategias para lograrlo.

“Mis mayores retos son mejorar mis habilidades analíticas y de comprensión y mejorar mi espacio social haciendo nuevos amigos”, nos cuenta Sergio. “Me cuesta un poco de trabajo intentar socializar con esas personas y poder hablar de mis intereses. Me encanta estudiar el inglés como segundo idioma y también formar parte de actividades solidarias”.

“Los mayores retos a los que me he enfrentado en la rutina diaria supongo que serían los ámbitos sociales, porque nosotros somos socialmente torpes y supongo que eso ha sido un gran obstáculo en cuanto a lo que es interactuar con otras personas, y me refiero a personas nuevas o extrañas”, nos cuenta Rafael. “Otro problema sería el hecho de que nosotros solemos no mirar a la gente a los ojos y eso cualquier persona que no sepa de nosotros lo puede ver como un signo de mala educación o tomar por un bicho raro”.

“En lo profesional, probablemente me gusta mucho lo que hago, pero mi pasión siempre ha sido escribir. En ese orden, si bien mi actividad económica me permite en cierta parte satisfacer el gustito de escribir, no es sin embargo lo que siempre me gustaría hacer, pero difícilmente puedo quejarme de mi día a día”, refleja P. “En lo personal, soy alguien que estando en su casa y disfrutando de su familia soy feliz. Mi casa es mi paraíso. A partir de ahí, cuando salgo del paraíso todo se convierte en un reto: el tráfico, el ruido excesivo, la mala educación y la falta de respeto, los políticos, la delincuencia. Para mí la premisa de que el respeto al derecho ajeno es la paz es fundamental. Todo eso me genera una ansiedad más allá de lo normal. Y desde que tengo hijos y pienso en su futuro esa ansiedad se ha elevado al cuadrado”.

Para Lillian: “mi mayor reto conmigo misma es la comunicación y la integración con mi entorno. Me estresa mucho ser mal interpretada. A veces necesito un espacio para estar sola y eso se presta a malinterpretarse como una actitud antisocial. Mi franqueza y falta de filtros me puede proyectar como insensible o intolerante, pero nunca digo algo con intenciones de herir o hundir a alguien aunque se pueda ver así. Mi mayor reto en mi entorno profesional es que me cuesta aceptar actitudes irracionales, ilógicas y caprichosas, y cuando tengo que lidiar con órdenes de un superior bajo esas condiciones hay conflictos. Me cuesta hacerle entender a mis compañeros que cuando hago una observación sobre un tema es con el más sincero ánimo de aportar y ayudar y no criticar o juzgar. Mi mayor reto en mi familia es tener paciencia y saber perdonar”.

Consejos para una interacción atípica

Al final de cuentas, ser diagnosticado con el Síndrome de Asperger no implica que una persona no pueda alcanzar las mismas metas que cualquier otro individuo, como ser un buen profesional o cultivar nuevas amistades, aunque el camino para lograrlo sea algo diferente. De todas formas, a continuación veremos algunos consejos para optimizar la interacción entre personas atípicas y típicas.

Sergio Miguel Acosta


“Mi consejo para interactuar con una persona atípica sería tener tacto a la hora de hablar para no ofenderla y abrirse a ella con la intención de poder crear un vínculo de amistad, pues todos tenemos derecho a tener una vida de amor, respeto y solidaridad”, agrega Sergio. “Y también ser explícito con una persona atípica al interactuar con la misma porque hay mensajes ocultos que no lograría entender”.

Rafael López


Un consejo que Rafael daría a aquellos que quieren lograr una mejor interacción con una persona diagnosticada con el Síndrome de Asperger es que: “nosotros somos personas obsesivas con un tema, es decir que si nos gusta algo normalmente solo estaríamos hablando de eso y ya. También es bueno que cuando trates de plantear una idea seas muy literal porque a veces nosotros no entendemos el segundo sentido de algunas oraciones o palabras”.

Lillian Fuji


“Lo más importante para las personas típicas y atípicas es no prejuiciar. Hay que promover la información y hacer entender que ser atípico no es un problema, retraso ni enfermedad, es simplemente una manera diferente de interpretar y ver la vida. Encasillar a otro o sentirse encasillado es un error que no permite ver las bondades de cada persona. Ser Asperger me permite desarrollar sensibilidad y perfección en las cosas que amo. Es importante ver el potencial de los Aspergers en los entornos laborales ya que podemos aportar mucho en áreas específicas”.

P.


“Algo que aplica para todas las personas: observar y escuchar”, opina P. “Difícilmente puedes entender a alguien si no le prestas la atención debida. Todo tiene una razón de ser y eso incluye el comportamiento de las personas. Deben dejar de lado los estereotipos, prejuicios y apreciaciones concluyentes a primera vista. Debo ser sincero y es que no ha sido hasta hace muy poco –a raíz de que descubrí que uno de mis hijos es ‘atípico’–, que me di cuenta de la importancia de saber observar y saber escuchar para poder conocer y comprender”.

Fotos: Shutterstock, Bayoan Freites y Juan Peña

Escritor y periodista con más de 10 años de experiencia en las áreas del periodismo y escritura creativa.