Metamorfosis de un dormitorio

El “antes” y el “después” de la habitación de una niña, a manos de la diseñadora Paola Tineo.

Cual oruga transformada en mariposa, la habitación de una niña de siete años sufrió grandes cambios en su interiorismo, durante el el "Proyecto 001" de Lacasa y a manos de la diseñadora Paola Tineo.

Si últimamente a Patricia Muñoz, madre de Fernanda Bavestrello, se le hace difícil entender por qué a su hija le resulta más interesante quedarse en su habitación que ir al cine, no es de extrañar. Y es más entendible aun si la explicación apunta al hecho de que, desde hace siete años (la edad que tiene Fernanda), este dormitorio nunca había sido remodelado hasta estos días, en los que Paola Tineo se tornó responsable del proyecto.

Sin embargo, el reto de Paola no solo era replantear una habitación de 10 metros cuadrados, donde ya no pernoctarían juntos Fernanda y su hermanito, sino el cumplir el sueño de la infante en crecimiento, proveyéndole de un nuevo y exclusivo espacio con cierto aire adolescente, pero sin perder la esencia infantil. 

 El “antes”

El “después”

A seguidas, Paola, diseñadora de interiores egresada con honores de UNIBE, procedió a tomar a su pequeña cliente de manos, para llevarla de tiendas a fin de conocer sus gustos y preferencias. 

A pesar de su marcado estilo rústico en la decoración, la experta se auxilió de un juguete de Fernanda y lo convirtió en su mejor aliado para guiarse de su llamativa paleta cromática y de su material plastificado. De ese modo, vistió de verde, violeta, naranja, rosado y turquesa, las paredes de la habitación; y con idénticos tonos pintó todo el mobiliario, creado para esta estancia a partir de un antiguo librero con múltiples tramos.

Paola Tineo aprovechó los tramos de un viejo librero del hogar y los empotró en la pared, convirtiéndolos en muebles flotantes que permiten una buena circulación en el espacio, facilitan la limpieza y promueven la sensación de amplitud. Un librero, un tocador y hasta un escritorio son algunas de estas piezas de madera pintadas con esmalte; mientras que, las paredes exhiben las mismas tonalidades, pero en pintura acrílica.

 

El toque mágico de la estancia viene dado por la colocación estratégica de adhesivos alusivos a las figuras favoritas de la niña. Asimismo, las telas de la ropa de cama, de las cortinas y del dosel de cama (cuya tela, de un vinyl tornasolado) fueron dispuestas por la diseñadora para dar un toque de encanto y feminidad.

Modernos detalles, como la lámpara que pende del techo o la silla de oficina, que permite sentarse cómodamente frente al escritorio o al tocador, son accesorios que le aportan funcionalidad y diversión a este espacio. 

@olgaagustin