¿Puede el botox hacerte menos feliz?

Un estudio indica que las personas que se inyectan botox sufren mayores índices de depresión porque esta toxina, famosa por borrar las arrugas, no deja sonreír

El botox, al ser inyectado bajo la piel, paraliza los músculos faciales para tratar las arrugas. (Shutterstock)

Está demostrado científicamente que una simple sonrisa tiene muchos beneficios para nuestra salud. Al reírnos, el córtex del cerebro se activa y libera impulsos eléctricos que expulsan toda la energía negativa del cuerpo. Un proceso en el que se liberan endorfinas y una hormona llamada dopamina (muy relacionada con los estados del bienestar psicológico), al tiempo que los niveles de cortisol (la hormona del estrés) disminuyen notablemente.

Por eso no nos extrañan las conclusiones a las que llegó un estudio publicado por la revista Nature, donde se estudió el efecto del botox, la toxina botulímica que al ser inyectada bajo la piel paraliza los músculos faciales para tratar las arrugas.

El objetivo es claro: sin movimiento, hay menos arrugas. Pero también se ha visto que al impedir el movimiento de los músculos implicados en sonreír, los pacientes tratados con botox sufrían mayores índices de depresión. Y es que sonreír puede ayudar a sobrellevar mejor las adversidades.

¿Por qué llegan a estas conclusiones? La explicación llega de la mano de una teoría llamada "embodied cognición", o cognición incorporada, que asegura que el sistema motor del cuerpo (músculos y nervios) influye en nuestras emociones, y nuestras emociones influyen en nuestro cuerpo. De esta manera, en los pacientes que recibían botox, y por tanto sufrían una ligera parálisis facial, las emociones se veían atenuadas, aunque no suprimidas.

Esta teoría está todavía por ver, pero lo que sí está claro es que sonreír nos ayuda a reconocer un estado de ánimo positivo en los demás, aumenta nuestra empatía, y reduce nuestra frustración y niveles de estrés, aunque no necesariamente nos induce a la felicidad automática, ni es imprescindible para experimentar emociones.