Relaciones violentas: siete estrategias de dominio y control que las caracterizan
La psicóloga clínica Laura Pichardo comparte las conductas violentas más comunes en una relación y destaca que si visualizas alguna deberías ir con un profesional
Las relaciones de pareja saludables se basan en el amor, el respeto y la libertad. En esta no cabe espacio para hacer daño al otro o para continuamente tratar de controlar o dominar, así lo considera la psicóloga clínica y terapeuta familiar, Laura Pichardo.
A pesar de que existen comportamientos que pueden ser percibidos como “normales”, muchas acciones que se expresan a diario en la rutina de pareja convencionales y conservadoras corresponden a actos violentos que afectan la autoestima y la salud emocional.
“Las parejas que mantienen relaciones saludables comprenden que cada persona tiene la libertad de expresar su parecer y su sentir sin que esto implique el temor a que el otro me rechazará o invalidará mi punto de vista”, agrega la terapeuta de pareja en una publicación en su cuenta de Instagram (@lpichardo_terapeutafamiliar).
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La especialista comparte siete estrategias de dominio y control que caracterizan a las relaciones con violencia, las cuales provoca daños significativos en la autoestima y la salud emocional de la pareja. Por esto, es necesario identificarlas para no caer en un estado de sumisión y dependencia, lacerando la integridad física y emocional. ¡Toma nota!
2. Cosificación. La especialista afirma que esta conducta convierte a la persona en un objeto. Dentro de sus comportamientos se destacan: privar de necesidad básicas, exigir obediencia, negar la palabra, ignorar la presencia de la persona y tomar decisiones de manera unilateral.
3. Intimidación. Esta se da cuando se genera miedo. Para lograrlo se hacen: amenazas, agredir físicamente, gritar, romper y tirar cosas y conducir de forma temeraria.
4. Sobrecarga de responsabilidades. En este punto, la terapeuta asegura que surge cuando se culpa de cualquier problema o conflicto a la otra persona, se exige que adivine pensamientos y necesidades, se sobrecargar de tareas domésticas o no participa en tareas comunes.
5. Privación. Se da cuando se limita o reduce la posibilidad de satisfacer las necesidades básicas. Dentro de las conductas que la caracterizan están: controlar o restringir salidas, sabotear o generar situaciones incomodas y prohibir relaciones familiares y sociales.
6. Distorsión de la realidad subjetiva. Ocurre cuando se transforma la percepción de la realidad. Las conductas comunes de esta estrategia son: negar valor o credibilidad a las observaciones de la pareja, usar ilusión de alternativa, tergiversar, elogiar y humillar y manipular a través del mal humor.
7. Estrategias defensivas. Con esta estrategia se traslada la responsabilidad de las conductas violentas. Las acciones comunes para lógralo son: restar importancia, desviar el problema, chantaje emocional, negación u “olvidar” lo ocurrido.
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