Un proyecto verde para los más pequeños: cómo construir un minijardín

Esta afición no solo mantendrá ocupados y entretenidos a los pequeños de la casa, también les ayudará a descubrir el mundo que los rodea mientras juegan al aire libre

Con la jardinería los niños aprenden mucho y asumen una responsabilidad frente a sus plantas. (Shutterstock)

Los niños pueden crear un paraíso propio en su jardín. Ni siquiera hace falta contar con mucho lugar: un minijardín de este tipo cabe incluso en una caja de madera. De esta forma, los niños no solo aprenden mucho y asumen una responsabilidad frente a sus plantas, sino que, en tiempos de pandemia, se mantienen ocupados y entretenidos.

Antje Lobenstein, del Museo Alemán de Jardinería en la ciudad de Erfurt, explica cómo funciona esto: “Primero, los niños pueden dibujar en un papel cómo se verá su pequeño jardín. De esta forma pueden aprender técnicas de representación como la perspectiva del pájaro o trabajar con escalas”.

Cómo preparar el jardín

Luego viene la implementación: según explica, primero hay que armar la caja, que puede ser una caja de madera común, como las que se usan en las verdulerías para las frutas. Señala que lo ideal es colocar por debajo una tela de jardinería para que el agua no se escape. Lobenstein, que suele construir regularmente este tipo de jardines con niños edad escolar en el museo, recomienda colocar adicionalmente una lámina de plástico por debajo de la caja si se la va a poner en el alféizar de una ventana.

Luego hay que llenar la caja con una buena cantidad de tierra, al menos cinco centímetros. Lo ideal es plantar hierbas que crezcan lentamente, como tomillo, cebollino, perejil, albahaca o romero, pero también flores como lobelia, según dice.

“Es difícil que las hierbas sobrevivan al invierno”, afirma Lobenstein. Por lo general, el minijardín dura apenas una temporada, de la primavera al otoño. Pero los niños pueden intentar en el otoño colocar las hierbas en una maceta más grande o, si cuentan con uno, trasplantarlas a la tierra del jardín de su casa. Es importante que el minijardín tenga luz suficiente, ya sea que está en el alféizar o fuera, en una terraza, en un lugar luminoso, según aconseja Lobenstein.

Los niños deben regar el jardín dependiendo del clima y la luz. “Lo mejor es que prueben con sus propios dedos si la tierra aún está húmeda”, añadió. Si está húmeda, no hace falta que rieguen.

También asegura que, con el tiempo, los niños van aprendiendo cuándo es necesario regar. “La idea es justamente esa. Que los chicos puedan empezar a percibir estas cosas”, afirmó.