Una infraestructura con las puertas abiertas a Natura

Tras el paso de más de dos décadas de abandono en Arroyo Hondo Viejo, la responsabilidad de remodelar esta infraestructura recayó en hombros del arquitecto Gustavo Luis (Cuquito) Moré a fines de 2010. Al principio, este profesional dominico-italiano procedió a clausurar la entrada desde la Avenida República de Argentina y a realizar algunos cierres en las habitaciones del segundo piso, pero la verdadera intervención de la obra estaba por venir: la ampliación de las áreas sociales, la reformulación de las cinco habitaciones y de igual número de baños, el enriquecimiento de las áreas de servicio y el remozamiento del paisajismo, serían algunos de los detalles a tomar en cuenta.

Constituida en un verdadero mirador hacia el Parque Botánico Nacional de Santo Domingo, esta residencia de tres niveles y 1, 425 metros cuadrados contribuyó a que Cuquito Moré, María del Mar Moré y César Leroux se empleasen a fondo para superar los descuadres estructurales del diseño original y la falta de mantenimiento por añejamiento.

A partir de ahí, procedió a crear una nueva crujía en la que dispuso una marquesina cubierta para cuatro vehículos, el umbral de acceso a la casa, y un jacuzzi tipo infinity (de cara al Botánico) junto a una terraza de apoyo. Este espacio entre los muros de carga fue definido gracias a dos vigas de hormigón sobre unas columnatas paralelas, articuladas por otras vigas diagonales que resuelven tanto la tensión triangular del esquema y los árboles existentes, como la interconexión con la difícil y aguda estructura de la casa original.