Una vida sin estrés

En el saber vivir existe la decisión de no hacer nada, no querer nada y no ser nada; ¡me encanta esta última! Porque el ego es uno de los tantos males que conquistan el estrés, en el afán por ser superior se desgasta la existencia hasta degradar el alma, el espíritu y el cuerpo. Esta conclusión viene a raíz de la charla y entrevista con el argentino Matías Quinn, instructor de la Fundación El Arte De Vivir, quien estuvo impartiendo una serie de talleres en República Dominicana sobre el manejo del estrés, entre ellos “Neurociencia y Meditación”, llevado a cabo en el Studio Theater de Acrópolis Center. He aquí algo de lo que aprendimos.

A la ciencia le ha tomado tiempo ponerse al día con la meditación, la cual es una disciplina milenaria propia de Oriente y adoptada en Occidente, expresa este experto cuya profesión base son las Ciencias Biológicas, aunque muy diferentes a la neurociencia y la meditación, que dan excelentes resultados al combinarlas para bien del cuerpo y sus necesidades como el sueño, la creatividad y la regulación del sistema nervioso e inmunológico.

Agranda lo bueno

Esa noche comenzó con una práctica de Psicología Experimental, en la que los participantes formamos parejas para que uno leyera la pantalla mientras el otro indicaba si había fallado a través de un sonido. La tarea era tan fácil como complicada. ¿Para quien sabe leer qué tan complejo es hacerlo? No lo es, a menos que lo que dice no corresponda con el mandato: decir el color de las letras contrario a la palabra; o sea, entre tantas “amarillo” era verde... perdí. Me trabé en el color azul que decía rojo (ja, ja, ja). El ejercicio solo puso en evidencia que una parte de la cabeza quiere cumplir con el mandato (el hemisferio izquierdo) y otra parte no lo permite (derecho). Y es que respondemos a estímulos emocionales y racionales, unos más para uno que el otro.

La razón quiere entender. Duda y desea saber todo lo que hay detrás, mientras que el corazón todo lo exagera, analiza Quinn, e invita a dejar de poner las cosas negativas del lado de las emociones para que se agranden, mientras las buenas se quedan en su tamaño o más pequeñas en el de la razón.

Sé positivo

En la Neurociencia existe un concepto llamado la Neuroplasticidad asociada a la experiencia, la cual se basa en que el cerebro se reorganiza acorde a nuestras experiencias; además sugiere que nos volvemos muy buenos en aquello que más practicamos, así también las redes de neuronas que, con conciencia o no, ejercitamos y al hacerlo las fortalecemos gestionando ciertas respuestas de forma automática.

Hubo una práctica también para esto, con ella nos dimos cuenta de su veracidad. El instructor pidió cerrar los ojos y pensar en una característica que no nos gustara de nosotros mismos, cinco segundos transcurrió del mandato cuando solicitó abrir los ojos. ¿Quiénes lo pudieron encontrar? –preguntó–. Solo seis de los 80 participantes no lo lograron. Lo que significa que esta red neuronal específica es fuerte en los participantes y está tan presente que en segundos aparece porque se ejercita con frecuencia. “La mente toma la forma de aquello en lo que se posa”, citó para luego agregar que si eres tan duramente autocrítico hazte la pregunta: ¿es necesario hacerlo con tanta frecuencia? ¿Cuáles otras redes neuronales estás ejercitando inconscientemente?

Cuando la red neuronal del auto juicio está muy activa atrae a otras con las que está asociada, como enjuiciar duramente a los demás, también con la culpa, el miedo y el enojo, todas ellas causantes del estrés que no te permite gozar a plenitud de un sano vivir. Un mismo acontecer a uno le impacta de una manera distinta que a otra persona y todo está en la mente que transforma la realidad según su contenido.

La conclusión de este taller es que pongamos importancia sobre aquellas vivencias y pensamientos con la que estamos llenando la vida. ¿Estamos acumulando para el estrés o para la felicidad?