Usa tu inteligencia emocional y logra tus objetivos

Iniciado el 2019 se intensifica el interés por ver, lo antes posible, los resultados de las metas establecidas antes de finalizar el año viejo. Para lograrlo, esta psicoterapeuta nos ayuda a buscar la inteligencia emocional que optimice nuestro deseo sin morir en el intento.

¿Cómo debemos aplicar la inteligencia emocional para conseguir las metas que uno se propone?

Aprender a regular nuestras emociones es clave para el éxito en la vida personal, familiar y profesional. Para aplicar esta habilidad es necesario conocerse, reconocer y saber regular el estado de ánimo y cómo este influye al momento de esforzarnos por lograr nuestras metas y proyectos. Además de saber cuáles son los recursos psicológicos con los que cada uno cuenta, fortalezas, capacidades y habilidades.

¿De qué manera activamos el cerebro para lograrlas?

Toda emoción constituye un impulso que nos mueve a la acción. Cada uno de nosotros viene equipado con unos programas de reacción automática o una serie de predisposiciones biológicas a la acción. Sin embargo, nuestras experiencias vitales y el medio en el cual nos haya tocado vivir irán moldeando con los años ese equipaje genético para definir nuestras respuestas y manifestaciones ante los estímulos emocionales que encontramos. Si bien es cierto que una parte de estas habilidades pueden venir configuradas en nuestro equipaje genético, y otras se moldean durante los primeros años de vida, la evidencia demuestra que las habilidades emocionales pueden ser aprendidas y perfeccionadas a lo largo de la vida, si para ello utilizamos los métodos adecuados.

¿De qué manera beneficia la inteligencia emocional en la conquista de las metas?

Las emociones se encuentran en el centro de la existencia; nuestra habilidad para manejarlas actúa como un poderoso predictor de éxito al momento de alcanzar metas. El equipaje emocional de una persona, junto a su habilidad para controlar y manejar esas tendencias innatas, proveen los límites de sus capacidades mentales y determinan los logros que podrá alcanzar en la vida. Habilidades emocionales como el entusiasmo, el gusto por lo que se hace o el optimismo representan unos estímulos ideales para el éxito. De ahí que la inteligencia emocional constituya la aptitud maestra para la vida.

¿Cuáles son las principales características de una persona inteligente emocionalmente?

Conoce sus emociones y sabe controlarlas y gestionarlas; gobierna adecuadamente sus sentimientos; desarrolla la empatía, esa capacidad para comprender lo que sienten los demás, entrar en sintonía con los otros y mantener buenas relaciones. Tiene la capacidad de motivarse a sí mismo a perseverar por aquellas metas que quiere lograr, cultiva el entusiasmo y el optimismo; sabe contenerse y dominar los arrebatos emocionales (calmarse a sí mismo); a pesar de los contratiempos y dificultades, piensa de forma positiva, no se queda en las experiencias negativas. Además canaliza sus emociones negativas hacia un fin más productivo. Ante la tristeza, el enfado o la frustración cambia el foco de atención.

¿De qué manera obstruimos nuestras propias metas?

Si mantenemos baja tolerancia a la frustración, no aprendemos a controlar los impulsos, nos dejamos llevar por el enfado, la tristeza y el malestar emocional; todo esto, sin duda, nos lleva al desenfoque y el pesimismo. Una emoción excesivamente intensa o que se prolongue más allá de lo prudente, pone en riesgo la propia estabilidad y puede traer consecuencias nefastas. Sin controlar y regular las emociones no es posible mantener el equilibrio y un buen ajuste emocional y psicológico en cualquier ámbito de nuestra vida.

Usted imparte talleres y se mantiene en constante contacto con la gente, ¿qué ha encontrado en común entre el público?

La capacidad de sobreponerse a la adversidad, de ir tras eso que les motiva y les impulsa a seguir adelante. La motivación personal es un recurso muy potente que tienen en común las personas.