¿En qué momento la sociedad dijo que la sexualidad tiene un final?

Pasaron cuarenta años desde el estreno de la película ‘Doña Flor y Sus Dos Maridos’. Casi medio siglo, desde que el mundo conoció mejor a Brasil, gracias al cine y... Sonia Braga. Y después de haber exportado a Hollywood el erotismo brasileño (incluyendo dos romances famosos con Robert Redford y Clint Eastwood), con sus jóvenes 66 años, Sonia vuelve al cine con la espléndida película ‘Aquarius’ que promete estar entre la lista de nominaciones como Mejor Película Extranjera del Oscar.

- ¿Quedan buenos o malos recuerdos 40 años después de filmar la película ‘Doña Flor y Sus Dos Maridos’?

- Para cualquier actor, hacer una película es un momento bastante importante en nuestras vidas, por eso sería muy extraño no tener buenos recuerdos. Suena nostálgico, pero en aquel entonces, no sabíamos lo que podía pasar. Pero terminó siendo muy buena y trajo felicidad a mucha gente. Eso es lo que queríamos. Con nuestro trabajo muchas veces queremos que la gente hable y debata, pero también queremos dar un espectáculo. Eso es también parte de nuestro trabajo.

- ¿Cuál es el mayor cambio que notas desde la época de ‘Doña Flor’? ¿Es cierto que en Brasil, para ser famoso hoy, hay que hacer TV y telenovelas?

- Yo no hago teatro, pero me encanta hacer televisión. Siempre me gustó, aunque hace tiempo que no trabajo en ese medio, en Brasil. Para mí, la televisión es muy importante, porque la gente no tiene tiempo o dinero para ir al cine. Y no significa que no les guste el cine. En Brasil el cine no deja de ser popular porque la gente no tenga buen gusto ni sea poco sofisticada. No hay que subestimar la gente simple. En Brasil son muy sofisticados. Son muy inteligentes. Lo que pasa es que a veces, si van a ver una película o una obra de teatro, a lo mejor después no les alcanza para vivir el resto del mes, con lo que ganan. Y por eso a mí me gustaba tanto hacer televisión.

- ¿Por qué no te vimos trabajando entonces, estos últimos años?

- ¿Me encantaría saberlo?

- Yo nunca fui a la escuela. Dejé de estudiar a los 14 años. Mi madre apenas si podía mantener sola a siete hijos, con la ayuda de mis abuelos. Los brasileños venimos de lugares diferentes, pero luchamos por lo mismo. Eso es lo importante. Necesitamos unirnos, sin importar de donde vengamos. Lo importante es que la democracia llegue a todos los niveles.

- ¿Después de haber filmado la película ‘Aquarius’, estás decidida a volver a trabajar en cine?

- A lo mejor trabaje en Portugal... No sé, al menos ahora la gente puede verme con la película ‘Aquarius’ y a lo mejor, los jóvenes directores de cine vayan a ver que aunque aparezco en las alfombras rojas o el Festival de Cannes, aunque me guste esa parte de mi vida, también soy alguien que usa pantalones pijama y calzado deportivo, durante el día. Soy alguien que le gusta vivir en un estudio de cine, levantando equipos cuando es necesario. Es importante que la gente sepa quién es Sonia, detrás de las cámaras. En Nueva York, especialmente en el invierno, creen que soy una mensajera que trae algún paquete. De verdad, más de una vez me dijeron que “los paquetes se entregan por la otra puerta”.

- ¿Estás de acuerdo con las protestas que hubo en el Festival de Cannes, tan lejos de Brasil, cuando justo habían suspendido a la Presidente de Brasil?

- Seguro. Yo estaba ahí, con mis amigos, con mis colegas, con el equipo de filmación. Tampoco sabíamos exactamente lo que íbamos a hacer. Pero al momento de subir las escaleras no encontraba a nadie, miré atrás y ahí los vi con los carteles de protesta. Me parece que era importante aprovechar esa plataforma internacional para exponer lo que pasaba en Brasil, más allá de los medios sociales como Facebook.

- ¿Qué opinas a nivel personal sobre semejante situación política?

- Hay que entender que Brasil está muy dividido y es algo que nunca pasó antes. Brasil ya había conseguido la democracia después de una dictadura y fue importante votar, tener voz. Y en este momento, por los medios o por lo que siente la gente, podríamos estar mucho mejor. Pero los que están en el nuevo gobierno, muchos de ellos también son corruptos y probablemente también tengan que irse. Toda esta transición hiere demasiado la democracia que tanto nos costó conseguir.

- Hay un gran debate en Hollywood, donde la gente se queja por la falta de roles de mujeres fuertes ¿Qué opinas en ese sentido?

- Yo estoy de acuerdo que faltan roles pero no de mujeres fuertes, sino de mujeres en general. Hay personajes muy buenos que son interesantes pero tampoco me gusta comparar demasiado.

- ¿Cómo fue que encontraste una película tan buena como ‘Aquarius’?

- En el guion sentí que el director Kleber Mendonca me estaba dando las palabras que describían lo que yo también sentía viviendo fuera de mi país, queriendo luchar por ciertos problemas que también me parecen necesarios.

- La película muestra a una mujer de 65 años completamente sola y sin la vida sexual que ella quiere ¿Hablamos de ese tema?

- Nuestro mundo tiene demasiados mitos. Vivimos en un mundo donde muchas mujeres de 65 años, son como las que en otro siglo tenían 20. Y sobre la sexualidad ¿En qué momento la sociedad dijo que la sexualidad del ser humano tiene un final? No. Nosotras tenemos órganos. Por eso, creo que la sexualidad también camina con nosotras. Los sentidos y la belleza de todo nos transforma en gente, gente esencial. No solo para aquellos que tienen 65 años. Es algo general para hombres y mujeres de cualquier edad.

- ¿Qué consejos les darías a las mujeres de tu edad?

- No lo sé. Todos somos diferentes. Ayer, estaba hablando con un jovencito de 20 años demasiado tímido y le dije “No pierdas tu lengua. Úsala, deberías buscarte una novia”. Yo creo que es muy divertido tener 65 años en este mundo, hoy, porque se dijeron muchas cosas sobre las mujeres y las hormonas. Y creo que la mitad de lo que se dijo también es un mito. A lo mejor pueda dar algún consejo, pero Jorge Amado me dio muchísimos consejos y tampoco me sirvió ninguno. Supongo que todos deberían pensar en sus vidas y hacer con ellas lo que quieren, sintiendo lo que sea correcto que quieran sentir.

Fotos: Romar Media