Cómo cuidar a tus perros de un golpe de calor

A ellos también los afectan las altas temperaturas ¡Aprende a identificar sus síntomas!

Hay que estar atentos a la forma que los perros tienen de hablarnos. (Shutterstock)

¿Tienes un perro y te preocupas mucho por el, no es cierto? Claro, es uno más de tu familia y siempre estás atento que no le falte su comida, sus paseos diarios, ¡incluso tienes tu tiempo destinado a jugar y correr con él ya sea en jardín o en el parque! Si hasta juegas adentro de tu casa, aunque los espacios no sean los más adecuados. Pues bueno, también querrás protegerlo de un eventual golpe de calor cuando la temperatura sube abruptamente.

Hay que estar atentos a sus señales y la forma que tienen de hablarnos, porque nuestros perros también tienen su manera de hacernos saber como se sienten. Porque ellos regulan su temperatura corporal de una manera distinta a los humanos, entonces ante las olas de calor hay que prestarles mucha atención.

Primero: aprender a identificar los síntomas.

Si tu perro jadea con la lengua hacia afuera por mucho tiempo, es una señal a tener en cuenta. Si bebe más agua de lo habitual, es otro punto a tener en cuenta, como si se acuesta en lugares fríos y escondidos. Y si tu perro es juguetón y lo ves caído, sin el ritmo de siempre, bueno también tienes que observar eso.

Lo que tienes que atender ante un golpe de calor: Si tu perro tiene un jadeo intenso y su respiración se acelera. Mira sus ojos y observa si están vidriosos. Observa si tiene hipersalivación y sus mucosas están de color rojo ¿Lo notas debil y descoordinado? Observa si vomita y si tiene diarrea. Si observas más de uno de estos síntomas, llama pronto a tu veterinario.

Puedes aumentar la rutina de baños de tu perro, es recomendable hacerlo más frecuentemente y así también podrán refrescarse. ¡Eso sí!, ten los recaudos de secarlo para que la humedad no permita que crezcan hongos. Pregúntale a tu veterinario, además, si es recomendable cortarle el pelo. Quizás puedas hacerlo en la previa al verano, pero tampoco le quites todo su pelo. Su piel podría quedar desprotegida ante el sol y producirle quemaduras.

Y siempre, siempre que notes que sus hábitos cambian abruptamente, llama a su veterinario ¡Finalmente es uno más de tu familia! Y es lo que harías con cualquiera de ellos, ¿o no?