Mitos sobre el punto G que hay que desterrar

Si estás cansada de no saber en qué creer, es tiempo de aclarar algunas cosas sobre este tema para que cuentes con la información que necesitas

El punto G, probablemente uno de los puntos más discutidos en relación a la sexualidad de la mujer. (Shutterstock)

El punto G es probablemente uno de los puntos más discutidos en relación a la sexualidad de la mujer. Que sí, que no, nunca terminamos de saber qué es cierto y que es pura leyenda, ¿no te parece?

Por eso es hora de aclarar todo lo necesario y para eso te traemos información súper sencilla que te va a ayudar a entender de qué se trata esto. ¡Toma nota para no olvidarte!

¿El punto G existe?

Para tantas personas es tan difícil de explicar dónde está el punto G que directamente dicen que no existe, incluso muchos especialistas lo han asegurado, pero la realidad es que es real. El punto G se encuentra en la pared anterior a la vagina y es, para que te des cuenta, una zona con textura rugosa. Por supuesto que puede variar el lugar exacto según cada cuerpo, pero sí existe.

El disfrute

Puede que hayas leído que el punto G solo te traerá placer, pero no tiene por qué ser así. No hay maneras buenas o malas de encontrar placer, solo se trata de que disfrutes según tus estándares y lo que te gusta. Entonces, si encuentras y estimulas tu punto G y no te parece gran cosa no te preocupes, no hay nada malo contigo, solo que disfrutas de otras cosas igual de placenteras para ti.

La eyaculación

Todo lo que tenga que ver con la eyaculación femenina no ha sido investigado como la masculina, ¿sabías? Por eso, quedan muchísimos interrogantes todavía para contestar. Lo que sí te podemos adelantar que no solo se puede eyacular luego de la estimulación del punto G, sino que también puede pasar si se toca correctamente el clítoris. No es lo más común pero ha sucedido y puede repetirse. Por lo tanto, no es algo exclusivo del punto G, eso debes saberlo.

La estimulación

Si hay algo que tenemos que desmentir es que no hay una sola manera de estimular al punto G, al contrario, existen varias. Puede ser con tus propias manos o con un vibrador, por ejemplo. No importa cómo llegues a hacerlo, lo importante es que lo hagas, que disfrutes y encuentres en esa acción algo de placer y no preocupación por si lo estás haciendo bien. ¡Esto es clave!

¿Qué opinas ahora del punto G? ¿Conocías toda esta información?