Síntomas de botulismo, una de las toxinas más mortales que existen

Detectarlas con rapidez y acudir a un médico al instante es fundamental

El botulismo es una infección rara y bastante peligrosa.

Seguro que has escuchado hablar de las toxiinfecciones por ingesta de alimentos, ¿verdad? Ya sabes, la salmonella, la escherichia coli, el norovirus... son relativamente conocidas, pero hay otras menos comunes que la mayoría de la gente no conoce y que pueden ser todavía más nocivas para tu salud. Una de ellas es el botulismo.

El botulismo es una infección rara, sí, pero es bastante peligrosa. Lo más usual sería que te infectaras a causa de un alimento que no se conservó correctamente y, en consecuencia, generó estas toxinas dañinas. De todos modos, es conveniente que estés al tanto porque es potencialmente letal si no se recibe el tratamiento necesario rápidamente. Por eso es importante que conozcas sus síntomas y su origen para poder cuidar de ti y de tus conocidos.

¡Siempre hay que estar informados! Sigue leyendo para saber más sobre la toxina más poderosa que jamás se haya descubierto.

Qué es y qué lo causa

El botulismo es una enfermedad técnicamente producida por la bacteria Clostridium Botulinum, que está ampliamente difundida en todos los ambientes, desde terrestres a marinos y es termorresistentes (o sea que sobrevive a temperaturas altas y bajas). Pero mantén la calma: sólo bajo ciertas condiciones la bacteria germina y genera la toxina botulínica, que es, en definitiva, lo que causa la infección.

Si consumiste algún alimento y desarrollaste la enfermedad, es porque la bacteria germinó en el momento de producción del alimento. Eso no es casualidad, significa que no se tomaron las medidas higiénicas y de esterilización necesarias para prevenirlo, lo cual es terrible y habla de la negligencia del productor.

La bacteria es anaeróbica, es decir que sólo puede vivir en lugares donde la concentración de oxígeno es baja o inexistente, y puede generar las esporas de la toxina bajo ciertas temperaturas. Además, no le gustan los pH bajos, así que tampoco la verás en comidas ácidas. Por estas razones, es más común encontrar a la Clostridium en alimentos incorrectamente envasados, procesados y enlatados o embotellados de forma casera.

Síntomas de una infección

La toxina botulínica es neurotóxica, o sea que afecta al sistema nervioso y más precisamente, en el caso de estas sustancia particular, a la unión neuromuscular, la zona donde se conectan los nervios con los músculos. Allí se produce la acetilcolina, el neurotransmisor que convierte las señales del sistema nervioso en información que los músculos interpretan para contraerse. La toxina botulínica bloquea la liberación de la acetilcolina y eso produce el síntoma más común y evidente del botulismo, la parálisis temporal. Si los efectos alcanzan el sistema respiratorio puede producirse un paro o bien, una asfixia.

Otros síntomas iniciales son:

Fatiga intensa; debilidad; vértigo y la parálisis flácida descendente que ya habíamos mencionado.


Posteriormente, suelen desarrollarse:

Dificultad para tragar y hablar; visión borrosa y sequedad de boca.


También pueden presentarse otros signos relacionados al aparato digestivo como:

Diarrea; vómitos o constipación e inflamación abdominales.

Los síntomas tienen a manifestarse en algún momento comprendido entre las 12 y las 36 horas que le siguen a la ingesta del alimento infectado. La mortalidad del botulismo es baja siempre y cuando te realicen el diagnóstico correspondiente y te sometan al tratamiento adecuado. De lo contrario, la situación se vuelve peligrosa. Ten en cuenta que según algunas estimaciones, solamente 0,00007 gramos de toxina botulínica pueden ser mortales para un adulto de 70 kilos. Los principales riesgos los corren los niños y por eso es fundamental que te asesores con su pediatra sobre el tema.

Otras consideraciones para que tengas en cuenta: insistimos, la toxina es dañina, no la bacteria que la genera; el hervor o la cocción son buenos métodos para descontaminar alimentos, ya que si bien la bacteria resiste las temperaturas elevadas, la espora que deviene en toxina, no; la intoxicación no produce fiebre ni inconsciencia y puede ser causada por heridas o inhalación y no sólo por alimentos.

Como siempre, intenta cocinar en ambientes higiénicos y ante cualquier duda consulta a los profesionales de salud que sean capaces de emitir un diagnóstico competente. No te quedes con la duda, no hay tiempo para eso.

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