Uno de cada tres niños no está creciendo bien por malnutrición

Cuando hablamos de esta problemática no nos referimos únicamente a la falta de alimentación sino a hacerlo del modo incorrecto. Es decir, no incorporar los nutrientes básicos necesarios, lo que puede generar desnutrición, sobrepeso y obesidad.

Según un informe publicado por Unicef "al menos la mitad de todos los menores de 5 años padecen hambre oculta: una falta de nutrientes esenciales que suele pasar inadvertida hasta que es demasiado tarde".

Diferencias entre los términos

Para comprender un poco más a fondo este problema, vamos a explicar a qué se refiere cada uno de los problemas nutricionales que afectan a millones de niños a nivel mundial

- Desnutrición: se refiere a los niños que no comen o absorben los nutrientes necesarios para crecer

- Hambre oculta: cuando las vitaminas y minerales que reciben no alcazan

Somos lo que comemos. Cada parte de nuestro organismo funciona a partir de la alimentación y requiere de diferentes nutrientes para hacerlo de la manera correcta.

Por eso, la malnutrición genera efectos severos y si no se trata a tiempo podrían generar consecuencias irreversibles en el desarrollo futuro de los niños.

No consumir los nutrientes necesarios puede afectar el desarrollo cerebral y cognitivo y afecta a futuro en el rendimiento académico. Así mismo, el sobrepeso y la obesidad pueden incidir de forma negativa en la salud mental y física a corto y largo plazo de los niños.

La primera infancia es clave para el desarrollo cerebral y una mala nutrición durante este período puede ocasionar daños permanentes. Pero también puede afectar a la vista, así como a diferentes áreas de nuestro organismo.

En el caso de los adolescentes, aquellos que sufren desnutrición son más propensos a ausentarse de la escuela y a sufrir a nivel psicológico y cognitivo. La obesidad, por otra parte, puede acelerar la disfunción cognitiva al llegar a la vida adulta.