“Las compañías privadas son las que recogen más datos personales”

Aunque es totalmente público el escándalo mundial que produjo la revelación del público espionaje del gobierno norteamericano, casi nadie conoce al verdadero Edward Snowden que estuvo detrás de aquella revelación. Esa es la historia que Oliver Stone presenta en el cine con Joseph Gordon Levitt como protagonista. Y después de haber estado con él mismo, en el estreno mundial del Festival Internacional de Toronto, con nuestra entrevista tratamos de conocer más verdades detrás del verdadero encuentro de Joseph Gordon Levitt y el fugitivo Snowden, que hoy vive en Rusia como refugiado, mientras en su propio país todavía queda en duda si es realmente un traidor o un héroe.

- ¿Qué podemos saber del encuentro real que tuviste con el verdadero Edward Snowden?

- Unos meses antes de empezar el rodaje, viajé a Moscú y me senté con Edward Snowden y la novia Lindsay Mills, que tan bien interpreta Shailene Woodley en nuestra película. Hablamos durante cuatro horas. Y es gracioso, porque él trata de quitarse la atención personal de encima, para poner adelante la atención de los temas que él plantea. Pero como actor, obviamente mi enfoque siempre pasó por su lado personal. Yo quería tener cierto sentido de quien es realmente y pasar tanto tiempo con él, fue muy valioso en ese sentido, viendo como se sienta o se para, como estrecha la mano o hasta como come su almuerzo.

- ¿Cuál fue tu primera impresión?

- Lo primero que vi es que tiene muy buenos modales, algo que me soprendió, porque hoy en día imaginamos que los más talentosos con las computadoras no tienen demasiada gracia social. Pero él es de Carolina del Norte, donde creo que ponen mucho más énfasis en los buenos modales, que en el lugar de donde yo vengo, en el Sur de California. Él tampoco es ninguna mariposa social. No es la clase de persona que atrae la atención con su carisma en una sala repleta de gente, pero es todo un caballero, a la antigua. Me sorprendió. Y es algo que yo mismo traté de incorporar en mi actuación.

- Tu voz es bastante diferente en la película ¿Fue uno de los primeros factores que tomaste para transformación?

- ¿La historia tiene una evolución mucho más real con un director como Oliver Stone?

- Supongo que Oliver Stone es el único director de cine que pudo haber filmado esta película. Si te fijas, él es el único director en el cine norteamericano, el único de los grandes en Hollywood que está dispuesto a criticar nuestro gobierno. Esa es la clase de patriotismo que te hablaba, al decir “Yo amo este país, pero si el gobierno está haciendo algo que va en contra de nuestros principio, todos deberíamos prestarle atención”. No hay ningún otro director que haya señalado al gobierno con tanto coraje como Oliver Stone. Y si alguien tenía que contar la historia de Edward Snowden, él es la única persona que podía hacerlo bien.

- ¿En tu caso tuviste algún tipo de ayuda para el lenguaje técnico que también muestra los diálogos de la película?

- Tuvimos asesores técnicos excelentes en el rodaje, más allá del mismo Snowden que incluso revisó hasta el último borrador del guion, para opinar en diferentes aspectos de la historia, pero específicamente en los detalles técnicos, se aseguró que también fuera una película realista. Pero es cierto, se necesita mucho trabajo para sentarte y repetir esas palabras tan extrañas, para realmente entender lo que me tocó decir.

- ¿La fama te acostumbra a sentirte tan espiado como el gobierno de Estados Unidos lo estuvo haciendo con el mundo entero?

- Yo realmente valoro los momentos en que estoy completamente solo. Creo que es algo crucial para cualquier ser humano. Y si te la pasas pensando que alguien te está viendo, ya sea el gobierno, tu familia o cualquier extraño... hay una gran diferencia. Y eso es importante para mi. También entiendo que no es importante para todos. Hay gente que quiere ser público en todo lo que hacen, compartiendo lo que piensan, lo que comen, la ropa que usan o adonde van. Por supuesto, es la decisión de cualquiera y respeto el deseo de expresión. Lo importante creo que pasa por poder tener esa elección.

- ¿Como ciudadano norteamericano crees que el gobierno de Estados Unidos ya no te está espiando más con tu computadora? ¿Crees que realmente hayan implementado las nuevas reglas de no recolectar información de la gente o estás entre las personas que por las dudas cubren la cámara que está conectada a Internet?

- De verdad, el programa de recolectar datos en las llamadas de teléfonos se cerró. Eso no significa que todo se haya cerrado por completo y que sigan tomando otra clase de datos. Y no solo el gobierno. De hecho las compañías privadas son las que recogen más datos personales y todos lo aceptamos cuando hacemos click en los ´términos de servicio´de Facebook o Google. No digo que esas compañías sean necesariamente malas por hacerlo, pero te diría que antes de haber hecho esta película, jamás lo había tenido en cuenta. Hoy en día, cuando hago click en ese casillero, trato de tomarme un minuto para entender lo que acepto. Probablemente no podamos entender el lenguaje legal, que solo puede comprender un abogado. Y es un problema que deberíamos cambiar en nuestra cultura, no es posible que todos tengamos que aceptar esos contratos legales que nadie realmente entiende. Cuando te ofrecen algo gratis, creeme, no lo están haciendo por pura gentileza, de corazón. Lo hacen porque están ganando dinero. Tampoco digo que sea malo que ganen, pero sería bueno entender lo que realmente hacen con nosotros y nuestra información más privada.

- ¿Cómo imaginas el futuro en ese sentido?

- Yo soy optimista. El mismo Snowden insiste en que hay tecnología disponible para proveernos la privacidad que merecemos. Y uno de los grandes cambios que vimos desde el 2013, más allá de los cambios del gobierno, es que las compañías tecnológicas también dieron un paso adelante, con cambios cruciales con la forma en que las computadoras también pueden asegurarnos nuestra privacidad. Pero lo que pase en un futuro, dentro de diez o quince años, depende de nosotros. Yo no pienso bajar los brazos.

Fotografías Disponibles Bajo Derechos Reservados de TIFF y Open Road Films.