11 errores que deberías evitar al vestirte para ir a la oficina

Evita cometer estos errores al vestirte para ir a tu trabajo, recuerda que todo comunica y la vestimenta es un medio de comunicación

Miranda Kerr viste perfecta y sin errores para ir a la oficina. (Shutterstock)

Sería muy cool ir a la oficina usando la vestimenta de tu preferencia, pero la verdad es que, en un país como el nuestro, muy pocas empresas son tan flexibles con este tema y, según cómo te vistes, así mismo te tratan, por eso la importancia de no cometer errores y cuidar la imagen vayas donde vayas.

Sandalias: la oficina no es para andar chancleteando, deja eso para tus días de playa, o para estar en casa.

Pelo sucio, mal arreglado: si no te dio tiempo de ir al salón trata de tener a mano un champú seco, esto siempre resuelve un bad hair day.

Pelo mojado: recuerda que la oficina no es el parque donde vas a recrearte, es de mal gusto presentarse a la oficina con el pelo mojado, esto habla muy mal de ti.

Ropa del siglo pasado, desgastada o descolorida: estoy consciente de que tenemos piezas que son como amuletos y no quieres salir de ellas por nada en la vida, pero tienes que entender cuándo llega el momento de decirles adiós.

Uñas mal pintadas en pies y manos: es mejor llevarlas sin pintar a qué lleves una si y la otra no, así como llevarlas súper largas o con diseños estridentes. Eso es como gritarle al mundo lo descuidada o poco delicada que eres.

Cara lavada: te tiraste de la cama y fuiste directo a tu escritorio. Un poco de maquillaje no le hace daño a nadie, dale un poco de luz a tu cara, si no te gusta mucho el maquillaje ponte por lo menos lo básico: polvo, rímel, rubor y labial.

Flats: súper cómodos pensarán muchas, pero te cuento que no es un zapato para oficina, no te da presencia, y si eres de baja estatura menos deberías usar este tipo de calzado.

Trasparencias: hay ropa para cada ocasión, mostrar tu ropa interior es de mal gusto. Procura llevar un básico debajo para evitar mostrar de más, a menos que vayas con otra “Intención” a la oficina.

Jeans rotos: hermosos, cómodos y relajados. Confieso que son mis preferidos, los amo pero no son apropiados para ir a la oficina.

Leggins: lo primero es que no son pantalones. No te puedes andar paseando por la oficina con unos leggins 2 o 3 tallas más pequeñas que la tuya y que no dejen nada a la imaginación.

Minifaldas: deja esta prenda para tus noches de discoteca. Lo recomendable es llevar las faldas y vestidos dos centímetros por encima de las rodillas.

Puedes ser una superdotada, pero si no llevas la vestimenta apropiada perderás crédito delante de tus compañeros de trabajo, clientes y sobre todo tu jef@ (a menos que también sea una persona descuidada). Trata de no estar enviando un mensaje distorsionado sobre tu persona.

La autora, Marisol Almonte, es psicóloga y creadora del blog liderandocontacones.wordpress.com