CeroPlast y Ozeano Swimwear, una apuesta local sostenible

Raquel Díaz y Shaina Alonzo lideran dos proyectos: CeroPlast, que busca inspirar a llevar una vida libre de plásticos de un solo uso, y Ozeano Swimwear, sus trajes de baño hechos con botellas recicladas

Para lograr un cambio en los hábitos de consumo sobre el plástico y demás agentes contaminantes, no solo basta con quejarse, sino que hace falta accionar. Esa es una premisa que tienen clara Raquel Díaz y Shaina Alonzo, quienes, a través de iniciativas sostenibles, pretenden llevar un mensaje de concientización respecto a la importancia de cuidar del medio ambiente.

A pesar de que para ellas todo empezó como un hobby, hoy en día, bajo el nombre de Isla Eco, estas dos jóvenes emprendedoras lideran los proyectos CeroPlast, los cuales buscan inspirar a las personas a tener un estilo de vida libre de plásticos de un solo uso y dan a conocer su marca de trajes de baño hechos con tela de botellas recicladas, Ozeano Swimwear.


Con CeroPlast buscan que se desechen los plásticos de un solo uso ofreciéndoles a los consumidores alternativas sostenibles. ¿Creen que República Dominicana va por buen camino para que, en un futuro no muy lejano, se elimine por completo este tipo de plástico?
Raquel:
Entiendo que ha aumentado la conciencia colectiva. En dos años que tengo trabajando arduamente con esto, sí puedo decirte que ya es un tema de conversación, un tema sobre el que la gente está interesada en aprender y educarse. Como país sí vamos por buen camino, aunque todavía falta muchísimo por hacer.



Al ver los trajes de baños de Ozeano Suimwear es casi imposible deducir que están hechos de tapas de botellas de plástico. ¿Cuál es el proceso por el que tiene que pasar este material para dar como resultado un bañador?
Shaina:
La tela que nosotros utilizamos está hecha a base de plástico reciclado, que vendría siendo un poliéster reciclado. Lo que muchas personas no saben es que el poliéster regular, que se usa mucho para los trajes de baño y la ropa deportiva, está hecho a base de plástico, pero uno nuevo. Lo que hacemos nosotros es utilizar un textil a base de botellas de plástico reciclado. La ventaja de esto es que nos ahorramos energía, emisiones de dióxido de carbono y agua. El proceso realmente reduce las emisiones de energía en un 50 o 60 % versus el tradicional. En cuanto al proceso de la tela, el plástico primero se lava, luego se tritura, después pasa por una maquinaria que une esas hojuelas pequeñas y por último pasa por otra maquinaria que las une y forma los hilos.

Existe cierto mito con relación a que si algo está hecho de productos reciclados debería ser más económico. ¿Crear en base a elementos reciclados es más costoso y complicado, o fácil y económico?
Raquel:
Es complicado, porque obviamente es un proceso que requiere bastante tiempo, es más tedioso e incluso es muchísimo más costoso. Por ejemplo, el proceso de convertir el plástico en tela no se hace a nivel local, lo que quiere decir que se hace fuera. Ya después de que la tela está lista, nosotras sí nos encargamos de la confección, el estampado, y todo eso conlleva tiempo y un costo.

Las creadoras de CeroPlast: Shaina Alonzo y Raquel Díaz. (Jerameel Reyes) Por (Instagram: @ceroplast))
Con CeroPlast buscan desechar los plásticos de un solo uso ofreciendo a los consumidores alternativas sostenibles. (Instagram: @ceroplast) Por ()
Los trajes de baño de Ozeano Suimwear están hechos de tapas de botellas de plástico. Por (Instagram @ozeanoswimwear)
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Desde su punto de vista, ¿El hecho de que sea más costoso es una de las barreras principales que impide que más personas se sumen a consumir productos sostenibles? Raquel: No creo. Considero que se trata más del nivel de consciencia del consumidor. La gente primero debe entender cuál es la importancia de comprar productos con un enfoque sostenible, saber que además de estar contribuyendo al medio ambiente, también están aportando a su salud, ya que todos sabemos que la contaminación nos afecta directamente. Los consumidores que llegan a nosotras están claros de que nos quieren apoyar, tanto por ser local, como por tener el valor agregado de crear en base a materiales reciclados. Shaina: Además, no solo se trata de que el traje de baño sea más caro o no, sino que tratamos de que sea un precio justo, porque como nuestro enfoque es sostenible, queremos garantizar que cada persona que trabaja para hacer esto posible reciba una remuneración justa. Algo que nosotras estamos haciendo con los consumidores es hacerles ver que detrás de ese precio hay un trabajo arduo.

En términos de moda, ¿existe un consumidor consciente? Raquel: Sí. Cada vez hay más marcas reconocidas que están mejorando sus prácticas e implementando el enfoque sostenible, y esto se debe, precisamente, a que los compradores son más conscientes. Al consumidor de hoy en día le gusta saber de dónde proviene eso que va a usar y entender perfectamente lo que está comprando. Shaina: Esa consciencia de comprar piezas sostenibles también viene de la mano de comprar solo lo que necesitas y piezas que, aunque tal vez sean más costosos, valgan la pena.

¿Cuál es el mayor reto al que se enfrenta una persona que quiere llevar al mercado productos ecoamigables? Shaina: Con los trajes de baño, por ejemplo, a nosotras nos limita el hecho de no contar a nivel local con los textiles y la materia prima que necesitamos. Como todo eso hay que importarlo, obviamente tarda mucho más tiempo, conlleva más dinero y más contaminación. Raquel: Aunque en CeroPlast aún no fabricamos, si colaboramos con pequeños fabricantes locales e internacionales. El reto para nosotros es lograr que el consumidor entienda por lo que está pagando. Muchas veces el tema de conversación es que lo que ofrecemos es más caro, pero no se detienen a pensar en que están pagando un precio justo, porque son artículos que, si los sabes cuidar, te pueden durar toda la vida.

¿En República Dominicana se le da la importancia y la visibilidad que ameritan los proyectos sostenibles? Raquel: No creo. En el país se deben hacer campañas más arduas de educación, porque, sí, se ha empezado a implementar el uso de contenedores de reciclaje, pero eso no sirve de nada si la gente no sabe clasificar la basura. Uno ve como en los contenedores de plástico echan de todo. Entonces no se trata solo de eliminar las bolsas plásticas de los supermercados, por poner un ejemplo, sino que previo a eso debe haber una campaña explicando el daño que esto hace al medioambiente y el por qué debemos eliminarlas.

Al igual que ustedes, muchas marcas y empresas locales ya se han sumado a la ola de crear bajo un enfoque ecoamigable. ¿Podríamos decir que se trata de una moda pasajera o de un movimiento que perdurará en el tiempo? Shaina: Definitivamente no se trata de algo pasajero. Esto es algo que con el tiempo irá cobrando fuerza. Ya no se trata de hacerlo pensando en no ver las consecuencias negativas en 10 o 20 años, sino de que ya estamos viendo los resultados, por lo que hay que empezar a accionar desde ya. Se dice que, si no tomamos conciencia ahora, para el 2050 tendremos más plástico que peces en el mar. Ya no es hacerlo pensando en lo que le dejaremos a las demás generaciones, sino (pensando) en nosotros mismos los jóvenes y en cómo vamos a terminar de vivir.

Periodista de Revista. Me apasiona escribir sobre salud mental y relaciones de pareja. De no ser periodista, sería psicóloga con un blog.