Al entrar al Teatro La Fiesta del hotel Jaragua, el aspecto era el de una ciudad; la de Nueva Orleans, cuna de géneros musicales de Estados Unidos como el Jazz, justo era lo que la banda tocaba. En este escenario la Embajada de Estados Unidos en República Dominicana celebró 242 años de su Independencia Nacional. Fue un acto protocolar enriquecido de arte y sobre todo de buen humor, como suele ocurrir en los encuentros de amistad.
Ese mismo día fue la juramentación en USA de Robin Bernstein, embajadora nombrada para el país.