“Trump nos robó todas las ideas de la sexta temporada”

Fotos: Gettyimages.com y fuente externa

Con el Mar Mediterráneo asomándose por la ventana, desde el séptimo piso del Hotel Majestic Barrière en la Costa Azul, Robin Wright aceptó la invitación de hablar sobre la discriminación de la mujer en el mundo del cine, dentro del marco de reuniones ‘Women in Motion Talk’ organizado por la fundación Kering, en Cannes.

¿Qué opinas sobre el polémico paso de Netflix por el Festival de Cannes con dos películas, sin estrenarlas en una sala de cine? No puedo comentar porque no sé demasiado sobre el tema. No vivo en Francia, no sé los protocolos que tienen. No sería justo...

Es que ninguna de las películas se llevó ningún premio y, como presidente del jurado, Pedro Almodóvar incluso había dicho que al menos él estaba en contra de servicios streaming, como Netflix, que quieren seguir compitiendo en el festival sin pasar por una sala de cine... Yo trabajo en Estados Unidos, donde vemos cine con el sistema streaming, que también es un nuevo formato. Es difícil criticarlo ahora porque nunca hicimos algo así. Nunca antes habíamos tenido un medio donde podemos tener todo lo que queremos por el tiempo que queramos, abriéndolo y cerrándolo cuando uno quiera. Nunca tuvimos esa facilidad antes.

¿Pero no te parece importante que una película sea estrenada primero en una sala de cine? Ah, claro, la sala de cine siempre debería ser la primera opción, seguro. Incluso me parece rudo que la gente vea cine en un teléfono. No es justo para los cineastas.

Mucha gente no sabe que Robin Wright es también directora e incluso llegó a dirigir tres episodios de ‘House of Cards’. ¿El hecho de ser actriz y directora en cierta forma te lleva a prestar mucha más atención a los actores en comparación con otros directores que no cruzaron al otro lado de la cámara? Sí. Y después de haber vivido como actriz por 30 años, también sé que cada toma y cada escena es un descubrimiento, así como ver las reacciones de las diferentes actuaciones. Para un director es muy importante dejar que los actores... actúen.

¿Cómo fue que te decidiste a dirigir los diferentes episodios de ‘House of Cards’? Kevin (Spacey) iba a dirigir uno de ellos, pero cuando dijo “No lo quiero hacer, estoy demasiado ocupado”, yo levanté mi mano y dijeron: “Ok, probemos”. Y estoy muy agradecida, el equipo de filmación es veterano en esta industria y nos conocemos de toda la vida.

¿Es verdad que en un principio habías tenido dudas en participar en la serie de TV, como actriz? Yo había hecho televisión al principio de mi carrera con telenovelas, donde solíamos trabajar con tres enormes cámaras, actuar con cada una y memorizar 30 páginas de diálogo por día, diciendo palabras muy cursis y melosas. Y por eso no me interesaba volver a ese ámbito. Pero me aseguraron que era algo original, con un personaje femenino que no iba a ser solo la esposa de un político, que querían mi ayuda para crear a esta mujer. Y todavía me asombra que estemos hoy hablando del tema, seis años después.

¿Y en qué sentido ayudaste a crear el rol de Claire Underwood? La idea original del show era tener la perfecta unión de diferentes sexos, pero Claire Underwood es lo mejor de ambos sexos. Y empezamos a construirla en ese sentido, desde el principio de la serie, donde yo sugerí que el público se diera cuenta de que ella es tan feroz y diabólica (como el esposo, Francis Underwood).

¿Te inspiraste en alguien en particular de la vida real? El primer día que pisé el estudio me dijeron “Es muy simple. Ella es Lady Macbeth con Ricardo III”.

¿Pero no te inspiraste en ningún político actual... como Hilary Clinton? No. Es un punto de vista diferente, no creo que tengamos que tratar con el lado político. El comportamiento que mostramos es el mismo que en cualquier otro campo. No me parece que tengamos que ser mucho más específicos. Las ideas las conseguimos viendo las noticias del día (Risas).

El ex Presidente Obama solía decir que en su época veía la serie y le sorprendía cuando la ficción se convertía en realidad. ¿Pasa algo parecido con el Presidente Trump, ahora? Trump nos robó todas nuestras ideas de la sexta temporada.

¿Crees que alguna vez veremos en EEUU una mujer Presidente? ¿Te refieres a mí en ‘House of Cards’? (Risas). Después de las últimas elecciones, me puse a pensar en el futuro, buscando alguna esperanza, y pensé en el 2024, cuando mis hijos sean adultos. Y tuve esta visión... quiero que Michelle Obama esté en ese lugar. Ella será una grandiosa mujer Presidente. Tiene a su favor el elemento del tiempo necesario, porque se necesita tiempo para quebrar el molde y la psicología donde se bloquean las ideas de que un hombre es mejor que una mujer o que la mujer no debería dirigir.

Hablemos de política en Hollywood. ¿Por qué no hay tantas directoras mujeres como hombres hoy? De nuevo, todo es cuestión de tiempo. Hay CEO mujeres en compañías que recaudan billones de dólares. ¿Por qué no podemos seguir el ejemplo en nuestra industria? Es hora. Necesitamos perspectivas diferentes. El feminismo hoy se volvió una palabra derogatoria o de divas. Pero el feminismo significa igualdad, punto. Igualdad de trabajo, igualdad de sueldos.

¿Y a la hora de pisar la alfombra roja con el mejor vestido es posible encontrar un balance entre el feminismo y la femineidad? El síndrome de la alfombra roja siempre va a tener que ver con la moda. Por eso está ahí, porque llevamos trajes de diseñadores de moda. Están para venderlos, nosotros les hacemos un favor y ellos nos hacen un favor a nosotras. ¿Por qué no se preocupan por hacer lo mismo con los hombres? Porque todos usan lo mismo (Risas).

¿Alguna vez llegaste a sentirte discriminada como mujer en Hollywood, con algún momento demasiado sexista? El momento más sexista que tuve fue cuando tenía 17 años y fui a una audición pensando que solo me querían ver la cara, hasta que me dijeron “Levántate el top... No, me gustan más las tetitas de la otra (actriz)”. Eso fue en medio de la audición... y no me dieron el trabajo.

¿Y qué te llevó a generar el exceso de confianza que hoy tanto te caracteriza? Tuve una sabiduría muy particular en mi juventud. Por un divorcio y mudanzas, estuve en una escuela diferente cada dos años, en una ciudad distinta y un ambiente diferente. Y tuve que crecer rápido. Y como mujer, con mis hijos creciendo, verlos como jóvenes adultos, también ayuda a crecer.

¿Qué te inspira a mejorar como artista? La inspiración, el descubrimiento, la exploración del ser humano. La dinámica humana es increíble, porque aprendemos unos con otros conectándonos. Por eso quiero contar historias como actriz y directora. Es lo que me hace feliz y me lleva a despertarme cada mañana tratando de llegar al corazón de la gente.

¿Sabiendo lo que sabes hoy en Holly-wood... ¿qué te hubiese gustado saber en tu adolescencia? Las mujeres necesitamos saber que no tenemos que gritar. Podemos plantear nuestra verdad, amplificando nuestra voz, uniendo fuerzas y diciendo lo que pensamos. No es tan difícil... aunque lo parezca.