Este es el país ideal de los cerveceros, y no Alemania

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Bélgica es un pequeño estado en el centro de Europa, pero sus fronteras albergan nada menos que 1.500 tipos diferentes de jugo de cebada convirtiéndose en el país ideal para los más cerveceros.

Así, no sorprende que esa bebida ocupe gran parte de las cartas de bares y restaurantes belgas. Aquí se pide una trappiste, una geuze, una pilsen, una kriek o incluso una de cactus, elaborada a partir de esa planta, pero nunca “una cerveza”.

Entre tanta variedad, parece que hasta el más escéptico puede encontrar una que le guste. Y así ha debido de ser, porque esta bebida lleva con el ser humano mucho más tiempo del imaginado.

Milenariamente innovadora

Los antecedentes más remotos de la cerveza se encuentran ya en las primeras civilizaciones de la humanidad. En Mesopotamia, Centroamérica, China o Egipto usaban granos de trigo, arroz o incluso cacao para elaborar una bebida fermentada similar a la que se consume hoy en día.

“Todo lo que necesitas es azúcar, que se encuentra en el grano, agua y levadura. Eso es todo y es suficiente”, dijo a Efe Julien Serusier, camarero del Delirium Café desde hace ocho años y un apasionado de esta bebida.

Delirium, el sueño de los más atrevidos

Con un total de 3.162 cervezas distintas en sus bodegas, el Delirium Café es un indispensable cuando se habla de esta bebida en Bruselas.

Aunque tiene poco más de 10 años de antigüedad, este bar se ha popularizado entre locales y turistas prácticamente desde su apertura en 2004, cuando consiguió hacerse con el récord Guinness por tener, precisamente, 2.004 cervezas distintas disponibles para la venta.

“Querían hacer el mayor bar de cervezas de Bruselas, de Europa y después del mundo”. Con ese objetivo, contó Moreau a Efe, fundaron este bar Jean de Laet, dueño de la fábrica de cerveza Delirium Tremens, Joël Pêcheur y Fabienne Charles. Algo que por el momento han conseguido, ya que van camino de su segundo récord Guinness.

“Tenemos un equipo que se dedica a buscar todas las nuevas cervezas que se fabrican en Bélgica porque queremos tenerlas en nuestro menú, incluso aunque a veces solo tengamos una caja”, explicó a Efe la responsable de Comunicación y Eventos, Sophie Barriere.

Además de venderla, los camareros de este peculiar bar aprenden sobre los distintos tipos de cerveza para poder hacer recomendaciones a sus clientes.

La “Bruxeller Fete” o el belgian beer weekend

Igual que en Múnich tienen la famosa Oktoberfest, en la Grand Place de Bruselas se celebra desde hace más de 15 años el Belgian Beer Weekend, un festival dedicado pura y exclusivamente a la cerveza.

Las festividades comienzan nada más y nada menos que honrando al santo patrón de la cerveza, San Arnould, con una ceremonia en la Catedral de San Michiels y San Goedele, a la que sigue el nombramiento de los nuevos miembros de la caballería de cerveceros.

El evento, en el que participaron unas 50 fábricas en 2014 y que este año tendrá lugar del 7 al 9 de septiembre, cuenta con cabalgatas de antiguos carros de cerveza, desfiles de distintas confraternidades y bandas creadas en torno a la misma y, cómo no, puestos donde los visitantes pueden disfrutar de un poco de este otro “oro líquido”.