A los Jueces de la JCE

Diario Libre se reserva el derecho de publicar, extractar o resumir las cartas. No se mantendrá correspondencia con sus autores.

Nuestra sociedad está atrapada por una fuerte crisis de valores humanos, sociales y económicos que tiene su origen en la mentira y en la falta de integridad de nuestros partidos políticos, que han sido promotores de estos males, debido a que desde su origen nunca han logrado conectar los objetivos propuestos en las plataformas ideológicas y políticas con la realidad dominicana. Nuestros partidos se han caracterizado por plantear objetivos de otras sociedades y nunca se han basado en un estudio de nuestra realidad. En los hechos se han caracterizado por vender sueños de otros mundos, y de esa manera los cabecillas han terminado manejando a su antojo los bienes y la riqueza que genera la sociedad.

De cara al siglo 21 es imperativo buscar nuevos horizontes y promover un nuevo estilo de organización social y política que integre a los ciudadanos productivos, creadores y que anhelan obtener el pan mediante el trabajo; que nos preocupa sacar de raíz el populismo, el clientelismo y la impunidad; estamos conscientes de que nuestra sociedad no puede ni debe seguir alimentando los monstruos, y que por tanto debemos cortar de raíz el disponer recursos para sostenerlos.

Lo que compete a la Junta Central Electoral es facilitar que los ciudadanos productivos, creativos, que generan riqueza mediante el trabajo honesto y duro, tengan las facilidades de competir, participar y aportar ideas en favor del quehacer político y electoral. Nuestra sociedad no debe gastar energía y recursos en líderes de cartón, títeres de otros, sin historial de trabajo, que solo saben criticar y pedir.

Necesitamos seres dispuestos a enfrentar los males esenciales que están conduciendo al exterminio a nuestra sociedad.

Esa es nuestra dura realidad, y para comenzar a enderezar el rumbo debemos integrarnos todos los dominicanos y las dominicanas de buena voluntad, amantes del trabajo productivos y de ideas nuevas que reorienten nuestro quehacer político y social. Demos pues UN PASO AL FRENTE.

Radamés Abreu