Aclaración de cuentas

Lo de Medina no fue estricta rendición de cuentas, pero sí cabal aclaración de cuentas. Dejó claro lo que de su librito de mando depende y lo que compete a libros ajenos. Danilo olvidó los seis meses de Leonel para concentrase en los suyos. El inventario de acciones y proyectos fue abarcador, privilegiando lo social. Lo planteado para educación, de realizarse, supondría una verdadera revolución. Lo mismo podemos decir del abordaje eléctrico. Las plantas, de construirse, iluminarían el oscuro problema. El Presidente comenzó hablando como un político y terminó como un estadista. Si renegocia la Barrick, estará a otro nivel. hfigueroa@diariolibre.com