El Cristo
Arte sacro y tecnología en un espacio único
El Museo de la Catedral de Santo Domingo impresiona por su excelente y modernísima museografía. De entrada, la recuperación del espacio que comparte en el Palacio de Borgellá es respetuosa con la antigüedad de sus paredes pero a la vanguardia en el resultado. Resulta reducido para albergar la totalidad de los tesoros; idealmente podrá expandirse.
Pero hay una pieza que merece por ella sola una visita. Una talla de madera de don Antonio Prats Ventós, muy poco conocida. Es un Cristo desgarrado, originalísimo en su composición, tenuamente sangrante. Clavado de una forma imposible de un humilde pedazo de madera. No le hace falta ni siquiera la cruz para transmitir dolor. Formas onduladas que gritan el sacrificio.
No es la única sorpresa del Museo. Allí se encontró la piedra angular de la Catedral y se admira la réplica en arenisca, perfectamente explicada.
Salas interactivas, espacios con relato, narraciones de historia y arte, grupos guiados por un equipo de voluntarias que tienen como capitana a una matemática (quizá por eso saben como multiplicarse) para una visita indispensable. Los museos de la Zona, por fin, ya empiezan a convocar a un público tan numeroso como diverso.
No dejen de buscar el portapaz de Cristóbal Colón, regalo del Cardenal Cisneros. (Allá le explican…)
La captura de dos líderes criminales más buscados en RD en territorios internacionales
El mercado de segunda mano: entre el regateo y el guiño a la calidad
De cada 100 mil habitantes en República Dominicana, 65 mueren en accidentes de tránsito
Bomberos controlan volcadura de tanquero con 8,000 galones de GLP en avenida Circunvalación Norte de Santiago
Baja índice de costos de construcción en octubre, pero algunos materiales clave siguen al alza