Ahora o nunca...
Los lectores de Diario Libre han dejado en sus comentarios una lista de sugerencias para el nuevo gobierno. La mayoría están dirigidas a pedir al presidente electo (exigir, más bien) desmontar las duplicidades de un Estado gigantesco que cuesta a los contribuyentes lo que a juicio de éstos... no vale.
Como el PRM tendrá mayoría en el Congreso, no estaría de más desmontar el complejo y abusivo entramado de beneficios que los legisladores se han otorgado por años. Desde los llamados “cofrecito” y “barrilito”, hasta las exoneraciones, las dietas (¡por ir a trabajar!), el sistema de pensiones y un ramillete de bonos (para las madres, para las habichuelas con dulce de Semana Santa, para los Reyes Magos...) que les permite usar nuestro dinero como si saliera de su propio bolsillo.
No está la sociedad para bromas. Además del desánimo que causa la pandemia, el desempleo hace que la irritación que provocan la ostentación y el despilfarro se haya extremado.
Sobran ministerios y oficinas creadas a la medida de los funcionarios de turno que detentan así las funciones de otros ministerios, como la OISOE. Sobran el ministerio de la Mujer y el de la Juventud. Sus programas pueden levantarse sin rango ministerial.
Sobran cónsules aquí y en el extranjero. Muchos. Tampoco hace falta que el ministro de Turismo organice viajes a todo dar a Europa para la tropa cada vez que va a una feria.
Ha gustado que el Despacho de la Primera Dama (que lo necesita) reduzca su tamaño y limite sus funciones. Son más que gestos. Son decisiones que pueden marcar una gestión y definir un estilo de hacer política nuevo.
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