Callecondear...

El Conde puede presumir de ser la única calle peatonal de la capital dominicana. Un kilómetro que vertebra la vida de la Ciudad Colonial y que además... tiene verbo propio.

La vida avanza, los tiempos cambian y El Conde no es aquel que los mayores recuerdan (¡ellos tampoco son aquellos...!) y que Omar Rancier ha explicado, edificio a edificio para homenajear su riqueza arquitectónica.

El Conde es otro y eso está bien. Pero puede ser mejor, mucho mejor. La segunda etapa del Plan de rescate de la Ciudad Colonial tiene un proyecto para recuperar su vocación de vivienda y los edificios que hoy están abandonados esperan impacientes a que esta etapa arranque para que sus dueños se animen a recuperarlos.

Ayer el Ayuntamiento tuvo que organizar de nuevo un operativo para contener la arrabalización que implican las bocinas sonando a todo volumen, el genéro de los buhoneros ocupando más espacio del que tienen autorizado y la llegada de más comerciantes que se instalan sin permiso. Se supone que Turismo habría ya instalado casetas para evitar estos problemas...

Pero hay otros. Los comercios formales no se animarán a instalarse en una calle convertida en una plaza de buhoneros, ni permitirán casetas en el frente de sus negocios. También deberá considerarse cómo convive la vivienda que se quiere con la música a todo volumen. Diferente cada 20 metros, por supuesto.

Con todo, es una calle que conserva un encanto particular. Ahora falta que el ADN, Turismo, el Cluster, las asociaciones que allí inciden... se coordinen para salvarla. Pero pronto porque la arrabalización de una calle corre mucho más rápido que la burocracia...

Inés Aizpún es una periodista dominicana y española. Actualmente es la directora de Diario Libre. Ha recibido el premio Caonabo de Oro, el Premio de la Fundación Corripio de Comunicación por su trayectoria, y el premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra.