El “mayor bien”

Ese es el concepto que se utiliza en la administración de la justicia en ciertos países para justificar los acuerdos que se concertan con inculpados que pueden colaborar con acciones judiciales de mayor calado.

La filosofía detrás de esta iniciativa es que la sociedad se beneficia más atrapando a “pejes gordos”, o destruyendo organizaciones criminales, que condenando duramente a una persona o personas de menor valor para la sociedad.

El tema no es nuevo en el país, pues desde la aprobación del nuevo Código Procesal Penal, la medida se ha aplicado en varias ocasiones.

Ahora, el tema vuelve a presentarse en ocasión del sonado caso Odebrecht, pues el Ministerio Público ha optado por llegar a un acuerdo con la firma brasileña que le permitiría acceder a los nombres de las personas involucradas en hechos ilícitos de corrupción y lavado de activos, y recibir una indemnización de la firma.

Una parte de la opinión pública rechaza el acuerdo, al considerar a Odebrecht como la culpable de todo el proceso de deterioro moral que se ha vivido en el ámbito de las inversiones públicas en infraestructura, y ciertamente, este tipo de acuerdos genera el repudio de cualquier persona preocupada por la ética en la función pública.

Pero si se rechazara, el país perdería más, pues las autoridades judiciales no tendrían acceso a informaciones claves para poder juzgar y condenar a los responsables nacionales de los hechos. No hay nada más difícil de probar que la corrupción, y sería peor ver a figuras señaladas por la opinión pública salir indemnes de nuestros tribunales.

El “mayor bien” demanda la aprobación del acuerdo.

atejada@diariolibre.com