El método D’Hondt

Los sistemas electorales representativos han buscado fórmulas para repartir lo más justamente posible los escaños con relación a los votos emitidos.

En los sistemas políticos que usan distritos uninominales, (Senado y alcaldías, entre nosotros) esto no es problema, pues quien gana el Distrito se lleva la candidatura, pero donde hay representación proporcional, (diputados y regidores, por ejemplo), el método de distribución de los escaños se vuelve fundamental.

El método adoptado por nuestro país es el del matemático belga Víctor D’Hondt, que favorece a los partidos grandes, aunque otros factores confluyen en el resultado final.

De ahí que la oposición de los partidos minoritarios al sistema no sea del todo correcta.

Para que el método funcione con altos niveles de justicia, es necesario que los distritos sean grandes. Por ejemplo: en provincias con dos diputados, los pequeños nunca ganarán uno de ellos, porque se los repartirán siempre los partidos grandes. En ese caso, la misión de los partidos pequeños debiera ser la de cambiar la configuración de los distritos para que incluyan mayor número de puestos, y así puedan resultar favorecidos.

Es solo un ejemplo, pues hay otras medidas que se pueden tomar para facilitar la representación de todo el espectro político.

El método D’Hondt favorece la creación de mayorías electorales fuertes y eso en sí mismo no es malo. Depende de lo que el país quiera: mejor representación o mayor gobernabilidad.

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