El Presidente imposible

Nicolás Maduro es un presidente imposible de imaginar al frente de un país como Venezuela. Es tonto. (No es un insulto, cuidado. Es una descripción de acuerdo a la definición de la Academia de la Lengua).

Como el país que tiene que dirigir no le da suficientes problemas, o porque cree que lanzando bravuconadas el resto del mundo puede creer que en Venezuela no hay problemas, los busca allende sus fronteras. No deja pasar una oportunidad de quedarse callado. Ahora declara estar dispuesto a combatir a Mauricio Macri, el presidente elegido democráticamente por los argentinos. No le gusta perder ni siquiera cuando no es él el que compite.

Maduro no resiste cinco minutos de democracia. Tampoco los resistía Chávez, pero por lo menos creíamos que después de él se terminaría el chavismo.

Venezuela no se merece el presente que le impone un presidente inepto y autoritario. Y que además prepara un futuro bastante incierto y peligroso. Las elecciones venezolanas están a la vuelta de la esquina y la faceta más fascista del régimen de Nicolás Maduro ya es el sello con que se recordará su paso por el poder.

Maduro no está dispuesto a perder las elecciones del 6 de diciembre. Con la oposición callada y encarcelada. Con candidatos asesinados y la prensa secuestrada, las encuestas dicen que ya su minuto de poder terminó.

El pueblo venezolano necesita que la comunidad internacional no siga fingiendo creer que Maduro respeta la democracia.

IAizpun@diariolibre.com