Los temas del país

Aquí, para desgracia del país, todo lo domina la política, pero la mala política, no aquella “pura y digna”, como aspiraba Duarte, y en verdad esa política pequeña debiera ser dejada a un lado para que nos concentremos en aquellas cosas que tenemos que hacer si queremos sobrevivir como pueblo.

Cada persona, como cada país, tiene necesidades urgentes y otras que pueden resolverse a un plazo más largo. Las de largo plazo, se escriben con mayúscula: la Educación, la Seguridad Social para todos, el Bienestar general. Las urgentes requieren de una gran inversión en capital político y aparentemente no tenemos el liderazgo en capacidad de enfrentarlas.

La primera es el orden y la seguridad. El caos en el tránsito, en las ocupaciones de espacios públicos y de terrenos privados, la indefensión de la gente, gracias a los asaltos indiscriminados o por sicariato.

Con una Policía inefectiva y sin liderazgo, que prefiere salir de las noticias y dejar que otros cuerpos hagan su trabajo, no vamos a ganar esta batalla. Se necesita una buena Policía, bien remunerada y mejor dirigida, contra la delincuencia y contra los violadores de la ley en todo sentido.

La segunda, el control de la frontera y de la migración, no sólo de nuestros vecinos pobres a los que debemos cierto nivel de asistencia, sino también de los tantos criminales que encuentran asilo en nuestro país para cometer sus crímenes.

El tercero, un pacto por el empleo y la inversión local, al estilo el de la Moncloa en España que le ha dado casi 40 años de desarrollo y tranquilidad a esa nación. Es decir, un compromiso de las élites económicas y políticas por esta nación. Insistiremos sobre el tema.

atejada@diariolibre.com