Tres casos a la vez

César el Abusador, Caso Odebrecht, Operación Anti Pulpo. Tres casos mediáticos, fundamentales en la lucha contra la corrupción y el narcotráfico coinciden en tiempo y compiten por la atención de los ciudadanos.

Tres casos que abren el apetito por los que se quedaron a mitad de camino. Sun Land, los Tucanos, Peme, Renove... Tres casos que invitan a creer en una lucha contra la corrupción que hace falta que sea además de televisada, sólida. Permanente. Certera. Creíble.

¿Cómo sería el país, a dónde habría llegado la justicia social o el reparto del crecimiento económico si la lucha contra la corrupción hubiera sido mínimamente sincera desde hace... 40 años? ¿De qué nos hemos perdido? ¿Cuál sería la deuda si los miles de millones que fueron a bolsillos individuales se hubieran invertido en el bien común?

Preguntas retóricas. El nepotismo es aceptado socialmente. Se entiende como una innegociable “ayuda a la familia”; gran parte de la sociedad entendería que el funcionario que “ha llegado” y no da empleo a su familia no es una buena persona. A partir de ahí, la corrupción tiene muchos más niveles de los que denunciamos. El paternalismo con el dinero público es corrupción, pero dígaselo a los legisladores que reparten funditas en Navidad. El tráfico de influencias no es “saber moverse”. Es delito.

Las audiencias del caso Anti Pulpo son seguidas hasta la madrugada y no es solo por morbo. Es la necesidad que tenemos de creer que esta vez va en serio y que la lucha contra la corrupción es una batalla ganable.

Parece un juicio, aunque no lo es. Falta mucho tiempo para ver el capítulo final, que es, en realidad, el único que cuenta.

Inés Aizpún es una periodista dominicana y española. Actualmente es la directora de Diario Libre. Ha recibido el premio Caonabo de Oro, el Premio de la Fundación Corripio de Comunicación por su trayectoria, y el premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra.