Un caso de “realpolitik”

Muchos se han escandalizado por la violación del pacto firmado por los líderes del Partido de la Liberación Dominicana que, entre otros acuerdos, repartía la presidencia de la Cámara de Diputados, no del Senado, entre disputados de las dos grandes tendencias de ese partido.

Algunos han calificado el hecho como muestra de la ruptura definitiva en ese partido.

No hay que exagerar las cosas.

La decisión de no aplicar el pacto, que no se venía aplicando, por culpa de ambas partes, en otros aspectos, nada tiene que ver con cuestiones éticas sino de “realpolitik” que todos los partidos juegan cuando les toca el turno.

En plena campaña electoral por las primarias, el grupo danilista no le iba a facilitar la inyección de recursos que representa el presupuesto de la Cámara de Diputados al candidato que se opone a ese grupo.

La violación del pacto no tiene nada que ver con el papel que podría jugar el presidente de la Cámara, sino con los recursos que maneja y que podría poner a disposición de su mentor político y nada más.

La decisión se tomó por una “razón de Estado” que, de Nicolás Maquiavelo para acá, es la razón más válida en el ejercicio de la política.

Evidentemente, el papel del presidente de la Cámara es importante en otros aspectos que tienen que ver con el procedimiento y la distribución de los recursos que están a disponibilidad del presidente, lo cual es otra razón, pues hay 35 diputados que necesitarán ayuda para enfrentar a los candidatos del otro grupo.

No defiendo lo que pasó, pero lo entiendo.