Amigos de haitianos

Los que se precian de ser amigos de los haitianos, debieran incluir entre sus enemigos a los que compran mano de obra barata y a los que se dedican a la trata de personas. En sus críticas, de manera implícita, los dejan fuera, en su afán de enrostrarle todo lo malo al gobierno. Con la regularización se ordenaría el sistema migratorio, y dificultaría que al haitiano con estatus legal lo exploten de manera inmisericorde. Los malos no son los que quieren reglas claras, son los que se aprovechan de su miseria.