Aula/hogar/tecnología

Sería el mayor de los absurdos, a estas alturas del juego, abogar para que se limite la tecnología en el aula y el hogar, pero hay que impedir que nuestros hijos se críen frente a una pantalla que con un click ofrece respuesta hasta a lo inimaginable. La escuela debe ser un espacio que estimule la curiosidad y la cooperación; y el hogar un lugar donde los padres aprendan que en estos tiempos se precisa de la tecnología para que los hijos se desarrollen, pero que también necesitan un poco de su tiempo.