Brasil patas arriba

Los sociólogos y politólogos más acreditados de Brasil no atinan una explicación lógica a las protestas. Son honestos y se muestran perplejos y desconcertados. Allí sucede lo mismo de otros países, como si los gobernantes carecieran del remedio, pero que tampoco el movimiento da con la cura. Al tratarse de acciones sin consignas ni objetivos específicos, y por fuera de toda dirección conocida, vale preguntarse ¿hacia dónde caminamos? Lo único claro es el cuestionamiento radical a este mundo de aparente libertad, pero que no da felicidad.