Cerebro y corazón

Aquí hay dos países: uno que razona y nunca tiene razón; otro que siente, y con sentido se atiene a los hechos. El que piensa, por pensar, nunca acierta con esta realidad hecha de emociones. El que siente, resentido por los golpes cotidianos, atina siempre porque asiente a lo que dictan sus sentidos. El cerebro mide, pesa, calcula y siempre fracasa. El corazón pide, da, recibe y triunfa. El que razona, aquí, es cuerdo en casa de locos. El que siente, presiente que es mejor hacerse el loco. Pascal lo dijo, "el corazón tiene razones que la razón no conoce". hfigueroa@diariolibre.com