Danilo distingue la jerarquía

A Santiago no la visitó de sorpresa como a otros...

El Presidente sabe de categorías y sacar comida aparte cuando el comensal -persona o ciudad- tiene alcurnia y se merece la distinción.

A Santiago no fue de sorpresa ni despachó de pie como en los campos que ha ido a ver cómo marcha la producción o el avance de la obra ordenada.

Santiago ya no es la Ciudad Corazón que bañaban las aguas de un Yaque dormilón, como cantaba Juan Lockward. Es toda una zona y lo más parecido a un Estado cuando no habían surgido las naciones.

O casi una república, que aunque con gobierno colegiado, hay que tratar de igual a igual.

Lo del jueves fue una especie de consejo de ministros teniendo como sede, ya no el Palacio Nacional, sino la Madre y Maestra. La razón es que no se fue a hablar, sino a decidir.

Si lo que se acordó se cumple, y los santiagueros saben dar seguimiento a las cosas, Santiago va a ser más Santiago de lo que actualmente es.

Aunque hay que decir que no todo fue de un lado, sino un dando y dando. Los empresarios de Santiago, que es como decir del Norte, se comprometieron a colaborar en la generación eléctrica.

Esto es, que fue de gobierno a gobierno.