Abel y Bernardo se devuelven la pelota
Ambos se acusan por cúmulo de desechos en hospital Cabral y Báez
Hace varios meses se produce un enfrentamiento entre la dirección del Hospital Regional José María Cabral y Báez, de Santiago y la alcaldía de ese municipio, por la acumulación de desperdicios hospitalarios en este centro de salud, que perjudica principalmente a su personal y a quienes van a buscar mejoría de su salud y no un virus provocado por contradicciones y divergencias políticas.
Es ya una tradición que cuando una gestión municipal responde al partido de gobierno de turno, difícilmente caigan en contradicciones y se produzcan pleitos aunque sus titulares sean incompetentes. Pero si es lo contrario, si el alcalde es de un partido opositor o viceversa, de inmediato estallan los conflictos como el de la Ciudad Corazón.
Y es que tanto el director del hospital, Bernardo Hilario, como el alcalde Abel Martínez, se devuelven la pelota y se culpan del cúmulo de residuos en el Cabral y Báez.
Hilario acusa a Martínez de que el cabildo santiaguero no recoge los desperdicios y éste le responde que el centro de salud tiene una deuda de siete millones de pesos, que data de 2008 y que su director no ha abonado un solo centavo. Mientras tanto, la salud de quienes frecuentan ese sanatorio corre peligro.
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