De radares y otros temas de moda

El país no puede seguir operando a ciegas

Cada vez que un fenómeno atmosférico se acerca a la República Dominicana, y nos golpea como sucedió en el caso de Fiona, sale a relucir el mismo tema de siempre: en el país no contamos con radares que nos ayuden a dar seguimiento a la trayectoria de ciclones o huracanes y dependemos de lo que estime el Centro de Huracanes de Miami para tener alguna información.

En un país donde se gasta tanto dinero en tantas cosas muchas veces innecesarias como, por ejemplo, el barrilito, sería justo que se dote a la Oficina Nacional de Meteorología de los recursos que necesita para poder brindar un servicio adecuado y más técnico.

Peor aún, que el único radar existente en territorio nacional esté en manos privadas y que la información que se obtiene de este solo esté disponible si sus dueños la dan a conocer, es algo que simplemente no debería suceder.

Es cierto que habían pasado 18 años desde la última vez que un ciclón entró a territorio dominicano.

Es cierto que desde el paso de Georges, hace 24 años, no sufríamos tantos daños por un ciclón como Fiona. Pero por eso no debemos esperar otra tragedia para finalmente tener los radares que necesitamos.



Periódico líder de República Dominicana centrado en las noticias generales y el periodismo innovador.