¿A cuál Balaguer es que recuerdan?...

Nadie ha evaluado el legado de Balaguer

Balaguer cumplió años el pasado sábado, 112 (¿quién lo diría: como el Cid Campeador, ganando batallas después de muerto?). No a la vida, que sería imposible, ni electorales, pues antes de irse al otro barrio había abandonado – en cierto modo – el escenario en olor de santidad.

Viviendo, eso sí, el afecto de los que se suponen sus discípulos, aunque meros seguidores, y que celebraron la fecha a la manera de Peña Gómez. Cada cual por su lado, pues solo aceptan verse en el Tribunal Electoral, donde será difícil rescatar su peor obra: el Partido Reformista.

No obstante, resulta admirable ver cómo Balaguer con el tiempo va asumiéndose en las redes, y las mejores recordaciones fueron por Internet. Muchos hicieron memoria, y buena memoria, sin las lógicas alusiones a un político de pie a cabeza cuyos mandatos no fueron tan espléndidos.

Ese es el punto, y el punto malo. Se sabe que sus eras fueron de luz y sombra, pero no cuánta luz ni tanta sombra, y esa falta de balance afecta su legado.

Los reformistas que el sábado tomaron su nombre en vano, no saben con qué mano tomar su bandera, ya que fue diestro y manco y nunca usó la izquierda.