Al Gobierno que atienda sus cartones

Si los choferes suben el pasaje, subirá todo...

El Gobierno tiene que estar más atento al juego si quiere ganar su división. Adelantar primera y tercera bases ante la posibilidad o inminencia de toque.

Corre septiembre, el primero de los bre, y seguirá octubre, noviembre y diciembre. Diciembre es Navidad, y para esa época los precios suben. No importa la oferta, tampoco la demanda, las leyes de la economía se apartan, la codicia ocupa su lugar, y la especulación reina toda la temporada. Nada más humano que las ganancias excesivas.

El Gobierno tiene que acechar a los choferes que quieren robarse la segunda. Émulos de José Reyes pierden velocidad, pero no la habilidad de llegar quietos.

Empiezan alegando que el Gobierno como a Daddy Yankee le gusta la gasolina, y como aparenta una causa justa, se van posicionando y de a poco justifican su asalto al bolsillo del pasajero. Un bolsillo que si no está roto de meter la mano y no encontrar nada, simplemente está en inopia desde hace tiempo.

Como igualdad ante todo, desde que los choferes impongan su regla, a los demás sectores no les quedará de otra que hacer tripas de corazón.

Alza generalizada y al carajo la gobernabilidad.