Corrupción, el aborto y la política

En manos de políticos está resolverlos...

Los partidos tienen que revisarse o darse cuenta de que no pueden cargar con vergüenza ajena, pero tampoco aprovecharse del triunfo de otros. Deben preguntarse por qué la sociedad civil que marcha de a millón o con sotana y pandereta convoca y reúne a miles de personas y ellos incapaces de originar una bullita.

Los verdes llenaron su cometido el pasado 12 de agosto y ahora el 9 de septiembre los cristianos lograron una parada memorable. El millón fue millón porque los partidos mandaron su gente y sus dirigentes figuraron como si fuera actividad propia, e igual ocurrió con el mitin frente al Congreso. Al momento de las fotos más políticos que curas o pastores. Aunque lo más interesante del caso, es que el millón marcha contra la corrupción y la impunidad y el acto de reafirmación cristiana fue contra el aborto.

La culpa de la corrupción y la impunidad es de los políticos y el aborto sigue en el limbo porque los políticos juegan a las escondidas.

Cuando quieran, sin marchar ni protestar, resuelven el problema. La ética, si no le ponen obstáculo, se ocupa. Y Jesús dijo que no todo el que diga Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos.