Cuánta gente acuda, es la cuestión...

Cada cual critica algo de las primarias del domingo, y eso es un derecho, y sin ese derecho la democracia andaría coja y con ser mocha es suficiente. Que mucho dinero gastado en un país con tantas carencias y necesitado de financiamiento de áreas estratégicas. Que se cuente con aparatos y no con las manos. La exagerada cantidad de encuestas con las que se confunde y manipula al potencial votante. Y así, así...

Sin embargo, esos no son los elementos más importantes. El elemento más importante es la gente que acudirá al llamado y decidirá en las urnas. Si la gente va y vota sin dificultad ni problema, y en la tardecita-noche se tiene un ganador indiscutible, y los derrotados admiten su fracaso o se resignan al resultado, todo ese dinero habría sido bien usado. Nada como la tranquilidad de la gente, pero sobre todo nada más aleccionador que la democracia fluya, y lo haga desde abajo, de la base, hasta arriba.

No se tiene clara la concurrencia, si mucha o poca, y los cálculos se conforman con un 30 %. Una abstención de un 70 % no se juzga preocupante. Ojalá fuera más del 30 %, pero dependerá de la gente.