Dando siempre con el dinero ajeno...

Este año como en anteriores se criticó el reparto de fundas y cajas con alimentos y se usó el mismo argumento: mejor dar una vara de pescar que un pescado. No se piensa en la real circunstancia de que por estos días más fácil aparece el pescado que la vara. El hambre no siempre espera hartura y en ocasiones se conforma con un alivio.

La política se hizo con la caridad y será difícil que la hagan a un lado si es un elemento de poder. Constituye toda una política de Estado, con gabinete propio y muy organizado.

Incluso conviene ir viendo la situación como algo permanente. Y si no fuera mucho cinismo podría hablarse del bono 13.

Si dan mes por mes y durante todo el año, que se corone la vuelta patrocinando la Navidad del pobre. La asistencia es poca para aquellos que no la necesitan. Para el insolvente o en inopia es un verdadero maná.

Fastidia que la cámara se salga de su jurisdicción, pero manos que votan, esperan. El Ejecutivo casi derrocha, pues da más que suficiente. Y descontrol a ojos vistas.

Los productos de las cajas se trasvasan a fundas y sirven a la campaña de candidatos propios o asimilados. Todos quieren dar, solo que con lo ajeno.