¿Dejar la cancha al adversario?

El PLD arriesga a nivel de abajo al no ir a los debates

Dígase lo que se diga respecto al debate entre candidatos, lo primero y más importante es que salga un ganador. Incluso, en los países donde existe tradición, se determina mediante encuesta.

No bien termina el intercambio, que puede ser manso, pero también cimarrón, se tienen a mano los porcentajes.

El ganar es tan decisivo, o su principal motivación, que se dan situaciones curiosas e interesantes. Kennedy con Nixon, por ejemplo. Todo un referente histórico.

Se dijo entonces, y se repite en estos días, que hubo dos ganadores. Kennedy para quienes vieron televisión y Nixon para los que oyeron radio.

El de Anje en abril dejará mucho que desear, pues qué sentido tendrá que discutan y ganen entre sí candidatos de oposición. Lo bueno era lucírsela con el presidente o ver a éste en apuros si la confrontación se salía de madre.

No obstante, como primer ejercicio será bueno, pues a lo mejor sirve para proyectar a algún candidato que pueda dar la pelea y los que no fueron se den cuenta de la importancia del mismo, porque en política no se le deja la cancha sola al adversario.