¿Dónde está el liderazgo renovado?

Margarita quiso su anillo... y lo consiguió

El país se llena de acontecimientos, ninguno novedoso y todos de dialéctica ingrata. Los procesos políticos no procrean líderes frescos que puedan considerarse emergentes.

Los emergentes se mantienen en el dogout y los que toman turnos y hacen swing no llegan ni a primera. Basta pensar un poco para dar con esa cruda realidad. Hay emergentes con tres elecciones en fila, y a pesar del tiempo y el afán, no figuran en lugar preponderante o auspicioso en encuestas y estudios.

Siempre son los mismos, se repiten, se reiteran y ni siquiera ponen en riesgo o peligro el reino de los otros, que igual se repiten y se reiteran.

Aunque se da otro fenómeno interesante. El de Margarita, siempre en carpeta y a quien el machismo de su partido ignora de manera olímpica.

Ella quiso anillo, y lo consiguió (ganándole esa partida a JLo), e iniciando una carrera de sombra. Primero de Leonel y ahora de Danilo.

Un chusco que anda por las calles laterales del Palacio, y que ve desde fuera la situación, preguntó: ¿ Y la candidatura pa cuándo? Entonces Solís, el otro Marco Antonio, entonó: “... amor en silencio...”