El lío de los “influencers” en el PLD

En el repaso el cuento queda mejor.

Al presidente le preguntaron qué si sabía lo que era un “influencer” y dijo que sí. Que si conocía a algunos y respondió que no.

También que si no le gustaría juntarse con ellos, y no solo contestó afirmativo, sino que pidió que se los llevaran. Y al Palacio fueron.

El conversatorio fue de lo más amable y entretenido y lleno de sorpresas. Los influenciadores compartieron con un presidente que no suponían, tan abierto a situaciones.

Y el mandatario descubrió un mundo, no raro, como el del compositor mexicano, pero sí que escapaba a su conceptualización.

Aunque el punto más interesante fue cuando haciendo las veces de padre, les recomendó que no solo criticaran a los políticos, sino que se involucraran. Ahí surgieron las aspiraciones y se decidieron las nominaciones. Un diputado por aquí, un regidor por allí, y así una incursión interesante.

El problema es que uno de los premios cayó en la circunscripción 3 de la capital, y eso tiene sin dormir a Gustavo Sánchez y a Elpidio Báez que no saben cómo enfrentar la invasión de Alofoke.

Esa no era la idea, pero el apuro es grande.