El preferencial, ¿disfraz de reelección?

Aquí, la reelección se la busca como quiera...

En una competencia de llevar la contraria habría problemas en el podio. Los ganadores dificultarían el espacio y resultarían escasas las medallas. Premios habría, pero no todos de primer lugar, y se sabe que en ese torneo nadie quedaría segundo, y todos reclamarían empate. En una competencia de buscar alternativas ocurriría lo mismo, pero en sentido contrario. Todos de último y ninguno delantero. Empate al revés. En esa anda el dominicano y la democracia no halla de dónde agarrarse.

Una vez descubrió que Balaguer ganaba todas las elecciones, decidió no quitarle el bate y dejarlo fuera de juego, sino impedirle entrar al estadio. Se prohibió la reelección presidencial y fue fiesta de guardar.

De a poco el nuevo inquilino coqueteó con volver y el segundo intentó sin éxito. Después la reelección es más fácil que comer con la mano. La democracia resbalando y cayéndose de sus propios pies. La ciguapa reaparece y lo hace con el voto preferencial. Fue tan bueno a juicio de los diputados que lo aprobaron para los regidores. Será cosa del 2020. Sin embargo, las competencias ya salen al encuentro, y la posposición se pone la corona, pues hasta la Junta lo considera turbador e improcedente.