Figureando con la desgracia ajena

No soportan que la crisis los sacó del foro

El coronavirus mata, y ese es su mayor daño, pues no solo afecta a individuos, sino a pueblos, naciones, como se comprueba en estadísticas mundiales.

Pero también a personas que pierden su espacio, que abandonan sin querer el club de opinantes y dejan de participar en el debate nacional.

Narciso no puede ir temprano al río y observar en el afluente su hermoso rostro, pues la pandemia ensucia el agua y no lo refleja.

Es mucha la gente que está sufriendo porque la prensa no se ocupa de ella, como antes de la enfermedad en que tomaban por asalto los medios. Ese padecimiento fuera íntimo, cosa propia, pero sucede que la nueva situación se produjo de forma abrupta, de un momento a otro, y todavía no se acostumbra.

No va al sicólogo ni al siquiatra, y el estar y sentirse fuera de escenario lo desborda, saca de quicio, y comete errores y hace el ridículo.

Incluso ofende.

¿Cuál es el afán de no familiares anunciar muertes que no han sucedido que no sea dar primicias falsas o figurear con la desgracia ajena?

Dios le tiene a cada cual su calendario y no le adelanta el tiempo a nadie por capricho de otro. Los muertos se respetan, pero también los enfermos.

Periódico líder de República Dominicana centrado en las noticias generales y el periodismo innovador.