Hay grabaciones que matan...

En Brasil tumban funcionarios; aquí huelgas...

En Brasil, las grabaciones tienen efecto dominó, y por ahora toda pieza que cae se lleva al suelo a la que le queda más cerca. Era contra Lula y de paro se fue Dilma.

¿Qué efecto pueden tener las grabaciones ahora aquí, en esta etapa post electoral?, y la pregunta vale, porque de oído a oído se oyen grabaciones que implican o comprometen a actores esenciales.

Lo más interesante es que no fueron tomadas de teléfono, sino en situ, y por un personal infiltrado que si el FBI conociera de seguro contrataría.

La cinta, que ya no es cinta sino CD, contiene una conversación de los huelguistas con visitantes, o viceversa, y que revela tanto el ánimo como el plan.

El material es tan nítido que las voces se reconocen (¡ah, pero ese es fulano!), y de una vez viene a la cabeza la parcialidad y se tiene claro que muchos que no anduvieron juntos en las elecciones, ahora sí en los reclamos o en la supuesta crisis.

Pero lo más interesante o lo que mueve a risa es que se habla de traer o llevar pan, mortadela..., y de hacerlo con disimulo, como quien no quiere la cosa.

El canto es viejo y de izquierda, pero tócalo otra vez: ¡Así, que fácil es!