Hipólito sabe manejar el morbo

Ahora todos andan detrás de él...

Hipólito no maneja ni de oficio el marketing político, pero sin duda que es un estratega natural que burla a los más sabios.

Las mañas del político de campo las envidia el político de pueblo.

Soltó una de las suyas el pasado fin de semana y ya está en el centro de la atención y del debate. Dijo que Leonel era un muerto, y el cementerio entero le responde por las redes.

La gente de Leonel no sabe o no recuerda que lo mismo declaró Nietzsche de Dios, y el Señor del Cielo y de la Tierra resucita cada día en cualquier esquina.

¿Por qué Hipólito profirió ese agravio? Sencillo, Magino. Primero para echar vainas, segundo para recuperar la palestra, y tercero para que los periodistas lo sigan de noche y de día. Ninguno querrá perderse la primicia, aun cuando no desnudará a nadie, y menos a Leonel que siempre anda con doble ropa. Saco y corbata por fuera y camisa y camiseta por dentro. El sensacionalismo por demás no solo fascina a la prensa, pues ya morbo compró palco y con gorras de todos los colores.

Mucho más ahora que puede ir al pley en Metro y Teleférico.