Honorable: la culpa es suya...
Hay legisladores que quieren escapar de su falta
No resulta fácil calificar la situación con justas palabras, y sin duda se trata de una burla de circunstancia, repetida, reiterada, como si no fuera suficiente con decirlo una primera y única vez.
Los expertos afirman que “el silencio no es rentable”, pero el vulgo asegura que “en boca cerrada no entran moscas”. Entre una experiencia y la otra, entre la academia y la calle ¿cuál es mejor?
Ningún sector ni persona quiere quedarse al margen de un hecho tan horroroso como el asesinato a mansalva del catedrático y candidato a senador Febrillet.
Las opiniones se suceden en cascadas, y cada cual dice lo suyo, como si fuera un escrutinio entre ciudadanos y ninguno debiera quedarse fuera.
No obstante, conviene aclarar lo siguiente. Hay declaraciones que podrían ser oportunas, pero no apropiadas, y que incluso sublevan el espíritu.
Como por ejemplo que un legislador diga ahora que cuando se apruebe la Ley de Policía se acabará el relajo de asignar armas a particulares.
¡Anjá! ¿Ahora?
Ese honorable olvida que la culpa no es del tiempo ni de España, sino suya y de sus compañeros que alegan miedos que nadie conoce ni comprende.